El alcalde enfoca la operación del antiguo Rectorado como la "consecuencia más evidente de la colaboración activa entre instituciones; cuando van de la mano sin interferencias de terceros, como es el caso de Feijóo que utilizó al Consorcio para frenar y castigar a Vigo, el éxito es seguro". A su juicio, en los últimos años, Zona Franca ha vivido y actuado de espaldas a la ciudad, un dinámica que " se vivió con las dos últimas delegadas pero que hoy ha dado un giro de 180 grados". Caballero se muestra seguro de que esta compra será "solo un primer paso: habrá muchas buenas noticia más".