El PP se enfunda el traje de faena y desembarca en Vigo a lo grande para lanzarse a un duro cuerpo a cuerpo para desalojar a Abel Caballero de la Alcaldía. El lleno desbordante en la Estación Marítima, los 40 grados que se rozaban en el interior del recinto y el ritmo trepidante del "Lets get ready to rumble" de Jock Jams que se eligió para la apertura del acto puso en pie al auditorio de más de 1.300 personas que llevaron en volandas a Elena Muñoz hasta un escenario en modo anfiteatro con una pantalla detrás en la que se iban proyectando imágenes de su participación en actividades sociales y reuniones durante estos últimos tres años alternadas con fotos de las Islas Cíes. La ya confirmada candidata popular a las municipales de 2019 se comprometió a "devolver el protagonismo robado a los vigueses" por el actual gobierno local y trabajar cada día por "un Vigo accesible, familiar, innovador, dialogante y capaz de liderar el área metropolitana y todo el noroeste peninsular".

"Quiero un Vigo humilde pero ambicioso, que apueste por la conciliación, rebaje impuestos para atraer inversiones, que se compare con las grandes capitales mundiales en emprendimiento y que apruebe un Plan Xeral para seguir creciendo al tiempo que se dan oportunidades a los más jóvenes para dejar de perder población". Estas fueron las líneas maestras del proyecto que ayer avanzó Muñoz al millar largo de militantes, vecinos y representantes sociales y económicos de la sociedad viguesa que acudieron a su puesta de largo. También la arroparon en las primeras filas los exalcaldes Manolo Pérez y Corina Porro, cuyas figuras y legado reivindicó durante su discurso, regidores de municipios vecinos como Redondela o Mos, y cargos actuales del PPdeG además de parte importante del Gobierno autonómico y la presidenta del Congreso, Ana Pastor, con la que se fundió en un caluroso abrazo.

Emocionada en algunos momentos de su intervención por "haber superado las expectativas de la convocatoria", la ya candidata recordó su juventud en la ciudad y echó la vista atrás para reivindicar el Vigo de los años 90 "abierto al mundo y cosmopolita" cuya fuerza se ha propuesto recuperar. Su mensaje a los vigueses fue directo: "Os invito a construir un Vigo de todos y para todos", lema que repitió en diversas ocasiones para contraponer este modelo de ciudad frente a quienes "quieren imponer su criterio y deciros cómo debéis pensar y opinar". "Conmigo no existirán muros. Vigo tiene que crecer, progresar y sumar, debe ser una ciudad plural y contar con todos", insistió en alusión a los enfrentamientos de Caballero con la Xunta y parte de los alcaldes de la comarca.

Muñoz fue la encargada de cerrar el acto y con el público ya animado por las intervenciones de los teloneros fue interrumpida reiteradamente por aplausos y la muestra de carteles azul popular en los que se podía leer "Vigo es más", una expresión que retomó la protagonista para destacar que "Vigo es mucho más que el actual letargo. Tiene un enorme potencial que explotar y se debe contar con todos". Este fue uno de los ejes de su propuesta. Se presentó como una líder "inclusiva, responsable y que siempre pensará en los demás. Liderar no es imponer, sino convencer. Así será Vigo conmigo", prometió.

La candidata del PP a la Alcaldía puso el broche final al multitudinario acto que abría casi una hora y media antes el presidente provincial de la formación. Alfonso Rueda se subió al ring con las pilas cargadas y dejó claro desde el minuto uno que en Vigo se va a librar una dura batalla electoral. Su lenguaje así lo dejaba claro. "Tenemos una líder que nos convence, todo el partido la va a apoyar y tenemos aquí un enorme ejército para conseguirlo", destacó señalando a un auditorio entusiasmado con el duro tono elegido para dirigirse al alcalde de la ciudad. Uno tras otro los mensajes iban contra Caballero. "Despreciar a los contrarios es una forma de ocultar las debilidades propias", insistió antes de censurar "la soberbia absoluta que supone hablar como si la ciudad fuera de uno mismo". Y dejaba claro también que no iban a desaprovechar el tirón de las luces de Navidad. "No hay alumbrado que pueda tapar un accidente con 467 víctimas", sentenció.