El alcalde aseguró ayer que no rechaza ninguna posible vía que permita garantizar el abastecimiento de agua, incluido el trasvase desde el río Miño, pero ha defendido la creación de una comisión técnica "que analice las diferentes posibilidades y decida". En todo, caso mientras no se llega a ese momento Abel Caballero reiteró su exigencia de que se construya el trasvase provisional desde el río Verdugo, un proyecto defendido en su día por la Xunta pero que ha quedado en suspenso a la espera de un consenso entre todos los municipios implicados.

Caballero insistió en que "a priori" su propuesta es una nueva presa, porque permitiría almacenar el agua en los meses de mucha lluvia, pero que advirtió que su posición es susceptible de cambiar por otra si es mejor. "No me niego a nada, tampoco a un trasvase desde el Miño". "Ahora, si hacen ese trasvase tienen que decir quién va a pagar el bombeo, que tiene un coste muy elevado", advirtió. El regidor alertó también que desde el punto en el que se quiere construir el trasvase del Miño, el agua "llega después de una docena de depuradoras, por lo que "no es de calidad y requiere una depuración especial".

A la vista de las dudas que genera esta propuesta, defendió la constitución de una comisión técnica "que analice las diferentes posibilidades y decida". El alcalde asegura que este proceso exigirá "trámites que van a tardar años", por lo que entretanto "es imprescindible el trasvase provisional desde el río Verdugo, que no es ningún atentado contra medio ambiente".