El Ministerio de Sanidad introduce en la cartera de servicios uno de los nuevos sistemas de monitorización de la glucosa para niños de 4 a 17 años, con diabetes mellitus tipo 1 que requieran múltiples dosis de insulina y más de 6 controles de glucemia al día. En el área de Vigo son alrededor de un centenar de niños los que se podrían beneficiar. La noticia disparó la alegría de los padres vigueses con menores con esta enfermedad, que reclaman desde hace tiempo su financiación para progresar en la calidad de vida, al terminar con los pinchazos diarios, y sobre todo para un mejor control de la enfermedad que evite complicaciones. Pero el entusiasmo inicial se ha templado al conocer que se introduce mediante "un estudio de monitorización" para comprobar su eficacia y se muestran prudentes a la espera de ver cómo se desarrolla.

El estudio estará coordinado por el Servicio Canario de Salud. El Sergas explica que esta administración está ultimando con Sanidad el protocolo a aplicar, por lo que desconoce qué centros participarán en él o cuándo se pondrá en marcha. La resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado especifica que se garantizará el acceso a este sistema de todos los que reúnan los criterios del protocolo y se escogerá una muestra representativa para la monitorización.

"Nos parece un primer paso que se estudie la inclusión del sistema flash, pero también queremos que lo hagan con el resto", sostiene la presidenta de la Asociación de Nenos e Nenas con Diabetes de Galicia (Anedia). Este aparato consiste en un sensor que se adhiere al antebrazo y que permite la lectura de los resultados pasando por encima un pequeño lector, evitando muchos pinchazos. Cuesta unos 120 euros al mes y es el más usado porque es también el del precio más accesible. El colectivo demanda que se financien también otros más avanzados, de monitorización continua, que envían la información directamente a un móvil y alertan si se va a producir una bajada de azúcar. En Galicia solo se financian en casos excepcionales.

La presidenta del colectivo también llama la atención sobre el hecho de que el estudio deja fuera a los menores de 4 años -porque tiene unos requisitos más complejos- y a los mayores de 18. "En los adultos no hay razones médicas para dejarlos fuera, así que solo puede ser por un tema de coste", opina.

"No entendemos por qué no estudian a la vez la inclusión en la cartera de servicios de todos los sistemas y todas las edades; así solo están retrasando el acceso", resume.

Otra de las demandas de los niños diabéticos en el área sanitaria de Vigo era la instalación de una máquina en el Álvaro Cunqueiro que ya está presente en la mayoría de los hospitales gallegos y que permite hacer el control cuatrimestral -medición de la hemoglobina glicosilada- con un pinchazo en la consulta del pediatra, en vez de con una extracción de sangre, que les supone más horas de ausencia a clase y los problemas del ayuno en pacientes con dietas tan controladas. El Sergas anunció que estaría en marzo. Hoy, está instalada ya en la consulta y preparada, pero aún no está en marcha a la espera de que se incorpore personal.