Un viejo y popular fraude que sigue funcionando. Se trata del timo del "tocomocho", que suele tener como protagonistas supuestos billetes de lotería premiados y un par de estafadores con habilidad para el engaño. Uno de estos casos llegó ayer a juicio en Vigo. Pero no fue preciso celebrarlo, ya que el acusado -que actuó conjuntamente con otra mujer ya juzgada- aceptó un año de cárcel y devolver a la víctima, una vecina de la ciudad de 60 años de edad, los 2.500 euros que le estafó. Junto a una atenuante de dilaciones indebidas -todo ocurrió hace ya más de tres años-, a Fernando M.A. se le apreció una agravante de reincidencia, porque ya fue condenado anteriormente por el mismo delito.

Sucedió una mañana, la del 11 de marzo de 2015. La vecina de Vigo estaba en una finca próxima al cementerio de Bouzas. Hasta ella se acercó una mujer preguntándole si sabía donde podía comprobar si unos cupones de la ONCE que tenía estaban premiados. La víctima le indicó un lugar en Coia y fue entonces cuando el condenado ayer, que estaba compinchado con la otra estafadora, se acercó aparentando no conocerla y simuló hacer una llamada telefónica tras la cual informó a su cómplice que sus diez cupones estaban premiados con 60.000 euros: 600.000 en total.

La timadora dijo a ambos que si la acompañaban a cobrar los cupones les daría uno a cada uno. Y la víctima cayó en el engaño, subiendo en el coche. El fraude siguió en el vehículo: la estafadora pidió a su compañero y a la vecina de Vigo que le dejasen dinero como prueba de que no se iban a aprovechar de ella. Otra vez el hombre siguió con su "actuación" y aparentó sacar 6.000 euros de un cajero. La víctima, confiada, fue al banco y retiró 2.500.

De nuevo los tres en el coche, en un momento dado la timadora paró y le pidió a la víctima que le fuese a comprar una botella de agua. Al bajarse, la pareja huyó con los 2.500 euros de la mujer.