El comité de empresa de Vitrasa, concesionaria del bus urbano en Vigo, ha presentado denuncia ante la Inspección de Trabajo, por considerar que la compañía hace un uso "fraudulento" de la contratación eventual, y que emplea dicha contratación como "arma de presión" para obligar a los trabajadores a acatar condiciones laborales precarias.
Según han denunciado los representantes de los trabajadores, el número de empleados eventuales "se ha disparado", y la empresa los utiliza para "realizar cualquier servicio" aunque ello conlleve "saltarse" la normativa laboral, bajo la amenaza de despidos y utilizando "la vía de la coacción".
A ello se suman otras irregularidades, como el "escaso" tiempo establecido para los recorridos, lo que sumado a problemas de tráfico, obras y otras dificultades, hace que se acumulen los retrasos, mermando la calidad del servicio y generando "malestar entre los usuarios". "Otro factor que influye negativamente son las jornadas excesivas, que en ocasiones llegan a ser de más de 10 horas diarias", han añadido, y han recordado que Vitrasa, que hasta hace poco pagaba las horas extras a menor precio que las convencionales, solo paga por esas horas "el mínimo legal".
La instalación de cámaras de vigilancia en los buses para "controlar" a los conductores, la falta de aseos durante los recorridos (lo que obliga a los trabajadores a hacer sus necesidades, en el mejor de los casos, en alguna cafetería, o incluso en la vía pública), la falta de vestuarios y duchas para conductores, o la negativa de la empresa a negociar un nuevo plan de igualdad, son otros problemas que "influyen negativamente, creando un ambiente laboral incómodo".
Por todo ello, el comité ha convocado una concentración para este jueves a las 9.00 horas ante la sede de la empresa, en la carretera de Camposancos. Asimismo, han trasladado la situación tanto a la Inspección de Trabajo como al Ayuntamiento de Vigo, y prevén realizar una asamblea para proponer a los trabajadores medidas de presión para exigir solución a estos problemas.
