Los romanos volvieron a caer en la arena de Navia. La séptima edición de la Vicus Spacorum puso ayer el punto y final a dos días de celebración histórica en el barrio vigués, que volvió a recibir la visita de miles de personas que participaron en los talleres, conciertos y recreaciones preparadas por los organizadores. El fin de fiesta llegó con el enlace matrimonial romano y la actuación de las pandereteiras de la Asociación Novo Vigo.

El mercado abrió sus puertas a las once de la mañana y desde entonces el goteo de visitantes fue frenético. Los niños volvieron a protagonizar buena parte de las actividades previstas en la programación, que contó con exhibiciones de esgrima, luchas entre soldados y castrexos, desfiles romanos y charlas didácticas para explicar la historia que rodeaba a Gallaecia hace varios siglos.

El buen tiempo durante toda la jornada animó a que numerosos asistentes llegasen a Navia perfectamente caracterizados. Además, casi la mitad de las asociaciones participantes llegaron desde Lugo atraídas por un festival que año a año sigue ganando adeptos. Los solados del Imperio Romano volverán a instalarse en Vigo dentro de un año para convivir y compartir vivencias con los residentes de la ciudad.