-Principalmente, son dos. En primer lugar, la ancianidad es pobre. La pobreza y la ancianidad están completamente vinculadas. Tienen pensiones con las que no se puede vivir y todo eso conlleva ya unas consecuencias que son terribles. Así que lo primero que hay que hacer es dignificar las pensiones. Luego, expandir los servicios sociales para que existan centros de día, lugares en los que los ancianos puedan desarrollar sus actividades, su ocio? Considerar que estas personas, no por llegar a determinada edad han dejado de ser miembros de esta sociedad. Lo fundamental es desarrollar los servicios sociales y que lleguen a todos los lugares.