Los tres proyectos que barajan Xunta, Concello y Augas de Galicia y que es trasladarán también a Madrid se arrastran desde el año 2011 y cuentan con presupuestos estimados de entre 38,4 y 54 millones de euros. La opción más económica es la que ahora el Ejecutivo gallego sitúa como preferente. El bombeo desde el Miño proporcionaría un caudal casi ilimitado con el inconveniente de que el agua debe pasar por varias estaciones depuradoras para llegar a Vigo y el gobierno vigués valora que sería de peor calidad. El recrecido o elevación de cota de Eiras supondría ganar un 10% de la capacidad tras una inversión de 54 millones, la misma que sería necesaria para construir un nuevo embalse de unos 17 hectómetros cúbicos de los 21 del actual. Estaría unida a una de las patas de Eiras y recogería el agua desde el río Oitavén. Se ve con buenos ojos desde el ayuntamiento.