A su antecesor le costó arrancar en el mismo escenario antes de iniciar la temporada el año pasado, pero el UM18 rugió ayer en Rosalía de Castro con la satisfacción de regresar a Vigo tras haber completado por primera vez todos los test en una competición de la Fórmula Student. "En cuatro años nos hemos convertido en un proyecto consolidado y competitivo. Gracias a los exmiembros del equipo hoy este coche está aquí. Sus decisiones pasadas, tanto las buenas como las malas, han hecho que este coche superase todas las pruebas", agradeció María Couso, team leader de UVigo MotorSport, antes de la exhibición del monoplaza.

En su cuarta temporada, el bólido compitió en julio en el circuito holandés de Assen, donde tuvo que abandonar por problemas con la bomba de agua, y en Montmeló en agosto. Allí los estudiantes vigueses lograron la gesta de superar todas las pruebas y batirse con éxito frente a equipos de toda Europa que cuentan con el apoyo de las principales marcas automovilísticas y, por tanto, presupuestos mucho mayores.

Una diferencia que podría recortarse de cara al próximo año, pues el alcalde Caballero aseguró que tanto Concello como Zona Franca "doblarán" su respaldo económico.

"Este coche no se podría hacer en otro lugar de Galicia que no fuese Vigo", destacó Couso en referencia a la Escuela de Industriales y al tejido económico de la ciudad vinculado a la automoción y en el que cuentan con numerosos patrocinadores.

La líder de la escudería también tuvo palabras para sus 25 compañeros por su "esfuerzo, dedicación y horas perdidas de sueño" y anunció que acaba de arrancar un nuevo proceso de selección para diseñar y construir el quinto monoplaza vigués en la Fórmula Student, la mayor competición universitaria de motor en el mundo.

El rector Reigosa subrayó también el "trabajo, esfuerzo e ilusión" de los estudiantes, que constituyen "la bandera" de lo que la institución "aspira a ser", una universidad "de la que se puedan sentir orgullosos todos los ciudadanos".

El delegado de Zona Franca, por su parte, vinculó la escudería con el "potencial" de la ciudad y comprometió su apoyo futuro para lograr "mejores posiciones" en las próximas temporadas.

Antes de la exhibición, Caballero pegó en la carrocería del monoplaza el adhesivo oficial del Concello de Vigo y dijo sentirse "orgulloso" del puesto como "piloto en reserva" que le otorgaron de broma los estudiantes y que no dudó en volver a probar este año.

El regidor recordó "la capacidad" exhibida por "un grupo de estudiante y profesores de Industriales que tras partir de cero han sido capaces de competir con los mejores del mundo" con un monoplaza que constituye "un reto tecnológico":