La apertura del Álvaro Cunqueiro, en el verano de 2015, propició una reordenación de las infraestructuras hospitalarias para agrupar recursos desperdigados con una distribución más racional. Esto conllevó el cierre de cinco edificios y que 83.000 metros cuadrados de patrimonio público se quedaran sin uso. Tres años después, solo está claro el futuro de dos. El antiguo Xeral renueva su estructura y muda su piel para aglutinar los servicios judiciales de la ciudad. El centro de especialidades de Coia ya cuenta con licencia municipal para que la Aspanaex lo reconvierta en residencia para sus usuarios. No han corrido la misma suerte el policlínico Cíes, el edificio principal del Rebullón o el centro de especialidades de A Doblada. A ellos, se suma el antiguo ambulatorio de Teis, clausurado ya en 2002. Entre los cuatro, suman casi 25.000 metros cuadrados desaprovechados.

Dos de estos edificios vacíos pertenecen a la Tesorería General de la Seguridad Social, al igual que los dos que ya cuentan con nuevo proyecto -cedió el Xeral a Xustiza sine die y el centro de Coia a Aspanaex, por 8 años prorrogables otros 8-. Son el ambulatorio de Teis y el policlínico Cíes. En ambos casos, el Gobierno central trató de librarse de esta carga y hacer caja, enajenándolos. El primero, a través de tres subastas, y el segundo, con una puja y un año para su venta directa. Fracasó.

Construido en 1950 y con 1.063 metros cuadrados, el edificio de la calle Enrique Lorenzo ha tenido varios pretendientes. La Asociación de Salud Mental DOA fue a visitarlo, pero lo descartó por las condiciones en las que está el inmueble. Mantiene aparcada la idea de crecer con nuevas instalaciones por tema presupuestario. La otra petición de cesión que sí se mantiene en firme es la de las asociaciones de madres y padres de los colegios de la zona y de vecinos de Teis. Cuentan con el respaldo del Concello para convertirlo en una biblioteca. La anterior ministra de Trabajo, Fátima Báñez, se comprometió con el alcalde, Abel Caballero, a entregarlo a la ciudad de forma gratuita. Aunque, más tarde, Empleo solo ofrecía su venta o alquiler. El colectivo vecinal se dirigió en junio a la actual titular de la cartera, Magdalena Valerio, para insistir en su reclamación. El Ejecutivo justifica que "hay temas que todavía no han podido ser abordados" y señalan que sus predecesores no hicieron "nada" sobre este tema desde abril.

En cuanto al policlínico Cíes, un edificio singular firmado por Xosé Bar Bóo, Comisiones Obreras demanda su cesión para convertirlo en una innovadora residencia de mayores. La Xunta prometió su apoyo si el Concello se sumaba al proyecto con financiación. A la espera del modelo que proponga el Consorcio Galego de Benestar y si la iniciativa sale adelante, el futuro del Cíes sigue en el aire ya que el Gobierno alude a este proceso preguntado sobre este inmueble.

Los otros dos inmuebles sin apenas uso son de la Xunta. El más grande es el edificio principal del antiguo hospital del Rebullón, que cerro sus puertas en enero de 2016, al trasladar sus 68 plazas al Nicolás Peña. Desde entonces, sus 17.000 metros cuadrados solo están siendo empleados para almacenar mobiliario hospitalario que, un día a la semana, se entrega a familias que lo necesitan. El Sergas señala que "no hay ninguna nueva propuesta, de momento" para aprovecharlo.

El último en echar el cierre como edificio sanitario fue el centro de especialidades de A Doblada. Lo hizo el pasado mes de noviembre. Propiedad de la Xunta, Política Social adecuó en junio 510 de sus 3.754 metros cuadrados -en una de sus cuatro plantas- para albergar el refuerzo provisional del servicio de valoración de discapacidades. La previsión es que salgan a finales de año y el edificio vuelva a quedar vacío. La Xunta señala que "los planes de futuro de estos espacios están en estudio".