La terminal de cruceristas de Oporto cumple años ganando terreno. Con motivo de su tercer aniversario, a finales de julio, la Autoridad Portuaria de Leixões (APDL) ha elaborado un balance con los resultados cosechados por una infraestructura que costó más de 50 millones de euros. Sus cifras muestran que el puerto del norte luso goza cada vez de un mayor peso en el tráfico de cruceros. A lo largo de la primera mitad del año desfilaron por sus instalaciones 56.400 pasajeros, un 38% más que durante el mismo período de 2017.

Al cierre de 2018 la APDL espera sumar 105 escalas y unas 110.000 viajeros. El dato rebaja las expectativas iniciales de la institución, que llegó a fijarse el objetivo de alcanzar los 130.000 usuarios -en enero todavía hablaba de 120.000- al cierre de este año; pero aun así dibuja una curva claramente ascendente. En 2017 la terminal portuense movió algo más de 95.500 pasajeros en un centenar de escalas.

Desde su puesta en marcha, en julio de 2015, la millonaria terminal de Leixões recibió -según los datos de la APDL- 426 navíos y más de 300.000 pasajeros. Gracias a esas cifras y su evolución al alza el puerto portugués recorta distancias con las terminales gallegas. Aunque tanto Vigo como A Coruña siguen aventajando a Oporto, sus márgenes son cada vez más estrechos.

Las estadísticas anuales publicadas por la APDL muestran que a lo largo de 2015, el ejercicio en que se inauguró la nueva terminal, Leixões movió entre 78.000 y 79.000 pasajeros. Ese mismo año Puertos del Estado muestra que Vigo desplazó casi 205.000 viajeros y A Coruña 140.400. La distancia entre las terminales situadas al norte y al sur del Miño era entonces notable.

Solo tres años después la situación es bastante distinta. Vigo cerrará el año probablemente con unos 150.000 cruceristas, apenas 40.000 más que la terminal lusa. En A Coruña las previsiones son algo más optimistas y calculan que al cierre de diciembre habrán desfilado por sus muelles 160.000 pasajeros y 50.000 tripulantes a bordo de 93 buques. El número de viajeros aventajaría en cualquier caso en 50.000 al de Leixões, muy lejos del margen de 61.400 de hace tres años, cuando el tráfico herculino casi doblaba al registrado en Portugal.

"A lo largo de los últimos tres años hemos captado el interés de las mayores compañías de cruceros mundiales. Hemos sido una de las principales puertas de entrada en la región y hemos renovado, año tras año, el récord de movimientos de navíos y pasajeros", apuntaba en a finales de julio la APDL, coincidiendo con el aniversario de la puesta en marcha de la terminal.