Oporto está decidido a labrarse un hueco en el tráfico de cruceros. Para conseguirlo hace poco más de tres años, a finales de julio de 2015, abrió una nueva y ambiciosa terminal que levantó con una inversión de más de 50 millones de euros. Con ella la Autoridad Portuaria de Leixões (APDL) persigue un objetivo claro: convertirse en puerto base en el Noroeste peninsular; es decir, un punto de partida y destino de itinerarios, no solo una parada de tránsito. De momento sus responsables están cerca de conseguir sus objetivos. A finales de marzo la terminal vivió su primer desembarco final de pasajeros y el embarque inicial de un nuevo itinerario con el MSC magnífica. Su volumen de viajeros crece también a buen ritmo y prevé cerrar este año con unos 110.000.

La prestigiosa Cruises News ha considerado a la terminal lusa una de las mejores del mundo.