Vigo se declara amante de las cuatro patas. Cada año son más los perros que corren, saltan y juegan por las calles y parques de la ciudad. Los canes "potencialmente peligrosos" también se abren hueco en la urbe olívica y su presencia ha crecido de manera notable en el último trienio. En agosto de 2015 había 1.281 ejemplares de este tipo de razas y ahora la cifra se eleva hasta los 1.857, alrededor de un 50% más. Entre las principales obligaciones que tienen que asumir sus dueños destacan el uso obligatorio de correa y bozal, la obtención de un seguro de responsabilidad civil, ser mayor de edad y no tener condenas por delitos graves como homicidio, torturas o libertad sexual.

El control por parte de las diferentes administraciones para tener registrados a todos los perros a nivel local y autonómico aumentó el pasado mes de enero, cuando la Xunta de Galicia elevó la multas, que ahora van desde los 500 hasta los 5.000 euros, por no tener con chip o no inscribir a los animales en el Rexistro Galego de Identificación de Animáis de Compañía. Desde entonces en Vigo se han registrado 2.879 nuevos perros, 115 de los cuales son de los considerados "potencialmente peligrosos". En la ciudad ya suponen el 5% del total de canes contabilizados (36.834 en el último recuento del 3 de agosto).

Las razas más comunes son pitbull terrier, american staffordshire terrier, rottweiller, doberman, staffordshire bull terrier, dogo de burdeos o presa canario. Algunos de los principales motivos que señalan desde la administración autonómica para explicar este notable aumento son la moda por tener uno de estos ejemplares, el mayor control que obliga a sus dueños a registrarlos y el hecho de que muchos no sean dados de baja pese a fallecer. En este último caso la normativa obliga a que los propietarios comuniquen la muerte de su mascota para que el censo sea todo lo más ajustado posible a la realidad.

La legislación es muy estricta y los agentes de policía están muy pendientes del estado de estos perros. Sin ir más lejos, el pasado mes de mayo una dotación de la Policía Local interceptó a un perro de raza "potencialmente peligrosa" sin bozal por la calle Castelao e interpuso una denuncia contra su dueña que podría alcanzar los 2.400 euros. Unos días antes en el Casco Vello un ciudadano paseaba a uno de estos canes sin correa ni bozal, carecía de licencia para la tenencia de esos animales y además tampoco poseía seguro de responsabilidad civil. Estas infracciones muy graves conllevan un sanción de hasta 15.000 euros.

La nueva normativa de la Xunta aumenta la cuantía de las multas para concienciar del buen cuidado de los canes. Entre las más duras aparecen el maltrato físico, la organización de peleas u otros actos que conlleven crueldad para los animales, la práctica de la eutanasia o el suministro de estimulantes no autorizados. También está penado, aunque en menor medida, el regalo de animales de compañía como premio en ferias, no darles la alimentación mínima necesaria o no mantener actualizados los datos comunicados a los registros obligatorios previstos en la presente ley. El principal objetivo es evitar ataques a personas u otros animales domésticos y/o salvajes.