Los grupos parlamentarios gallegos de PP y PSOE rechazaron ayer la solicitud de celebrar un pleno extraordinario para analizar las responsabilidades políticas en el derrumbe del muelle pilotado de As Avenidas durante el último concierto de O Marisquiño, que causó más de 400 heridos hace ya casi tres semanas. El Parlamento reunido en Diputación Permanente a proposición de En Marea y BNG también votó en contra de la comparecencia del presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijóo y del conselleiro de Sanidade Jesús Vázquez Almuíña. Por la contra, quien sí valoró hacerlo de forma voluntaria es el vicepresidente Alfonso Rueda en el próximo pleno ordinario.

Los socialistas tildaron la petición de las confluencias lideradas por Villares y Pontón de "estrategia electoral" y defienden que deberá ser la investigación judicial en macha la que determine las responsabilidades. "Es puro electoralismo[...]. Donde están las competencias son o bien en el Estado, en el ámbito portuario, o bien en el Ayuntamiento, en el ámbito local. Hacer una comisión de investigación en el Parlamento es una falta de respeto a la administración local", explicó Abel Losada.

El parlamentario precisó que el Concello vigués entiende que la zona afectada es de "uso portuario" y en esa línea continuará trabajando. "El Concello valida aquello para lo que se le pide autorización y revisa las actuaciones en zona municipal", reiteró el socialista.

El discurso de la diputada del PP Teresa Egerique giró por esta misma línea y emplazó a "esperar" a lo que ocurra en el pleno local en Vigo previsto para el mes que entra. La popular apoyó su "no" en que la atención sanitaria y de rescate fue "ágil, eficaz y resolutiva", alegando la "falta de sentido" de una comparecencia tanto de Almuíña como del presidente Feijóo, que estuvo "en contacto permanente y con disposición en todo momento".

Los precursores de esta Diputación Permanente -BNG y En Marea- lamentaron este "acuerdo" entre PP y PSOE para "echar balones fuera en lugar de tomar nota de lo sucedido e impulsar medidas que garanticen que algo así no vuelva a ocurrir". Así lo precisó el líder de En Marea. Luis Villares incidió en que, además de una investigación judicial que falle sobre las responsabilidades penales y civiles, es necesario depurar también las políticas. "No es admisible políticamente lanzar la piedra y esconder la mano ocultándose en terceros. Es el momento de que el presidente de la Xunta dé la cara", aseveró.

En un sentido similar se pronunció la nacionalista Ana Pontón, que insistió en el "fallo" de "todos los controles" en un evento de grandes características. "No tratar el asunto en el hemiciclo es una falta de mínima humildad y de respeto a las víctimas", concluyó Pontón.