El Jardín de la Memoria Histórica del cementerio de Pereiró acogió ayer el acto que cada año recuerda a los dos alcaldes fusilados en la madrugada del 27 de agosto de 1936, así como otros dirigentes republicanos que se encontraban en la ciudad en el momento del estallido de la Guerra Civil.

Las familias de Emilio Martínez Garrido (alcalde de Vigo en varios períodos de la Segunda República), José Antela Conde (alcalde de Lavadores desde febrero de ese año) y Antonio Bilbatúa (diputado socialista en ese momento) fueron acompañadas durante la ceremonia por el alcalde de Vigo, Abel Caballero. También se evocaron las figuras de otros socialistas, sindicalistas, diputados y republicanos históricos de la ciudad, que son Enrique Heraclio Botana, Ignacio Seoane, Apolinar Torres, Ubaldo Gil, Ramón González Brunet y Enrique Blein, todos ellos fusilados en la misma madrugada que los dos alcaldes.

Caballero quiso recordar el ánimo de progresismo y democracia propio de la Segunda República, que se vieron interrumpidos por "cuarenta años de dictadura que llevó adelante su represión y terror.", y que hoy " sigue siendo tiempo de que el dictador deje el Valle de los Caídos. Ningún homenaje para ningún fascista", dictaminó.

"Me siento honradísimo de ser sucesor de Emilio Martínez Garrido", manifestó el alcalde, aprovechando para relatar que en su despacho descansa un pedazo pequeño de raíl de tranvía. Este "souvenir" tiene tres colores: rojo, amarillo y morado, elegidos por Martínez Garrido cuando trabajaba en esta empresa. "Los colores de la democracia", señaló Caballero. El regidor vigués proclamó en su discurso que "nunca más vamos a tolerar que las derechas y las extremas derechas vuelvan a ocupar el poder de la forma en que lo hicieron en 1936", para así no regresar "a etapas de desatención a los barrios, zonas o personas, o mismo para no volver a estos duros y terribles recortes que la derecha hizo durante los últimos años, haciendo pagar la crisis a los que más sufren".

Como reto, busca que la Xunta "se sume a este movimiento de regeneración", para "continuar con la sonrisa de la democracia y el progresismo". "Vigo seguirá fuerte e imbatible para siempre", concluyó.