El gobierno local ya tiene sobre la mesa todos los detalles de la transformación de Praza América y empieza a concretar su calendario. La Concejalía de Fomento dio esta semana luz verde a un proyecto que saldrá a licitación en las próximas semanas con un presupuesto ligeramente superior al estimado. Se convocará un concurso por 1,9 millones de euros y se establece un plazo de ejecución de ocho meses. La intención es poder iniciar los trabajos antes de que acabe este año o en el arranque de 2019, por lo que la reforma debería estar completada el próximo otoño. El principal objetivo de la nueva rotonda transitable es mejorar la seguridad vial en uno de los núcleos viarios más complejos del casco urbano, donde coinciden un total de siete calles. El Concello quiere restar protagonismo al asfalto y crear una nueva zona de esparcimiento en la glorieta central rodeada por un anillo verde que aísle a los peatones del ruido exterior.

La ejecución de la obra se plantea en siete fases para minimizar los efectos sobre el tráfico rodado. Será necesario reubicar la parada de autobús de Florida número 13 desde el arranque de los trabajos, el túnel en sentido López Mora se cortará a mitad de la actuación para renovar las redes de pluviales y en la recta final, durante el fresado y asfaltado se realizarán cortes puntuales siempre dejando al menos un carril. Una vez completada la remodelación se mantendrán los cuatro carriles de circulación con un trazado ligeramente rectificado para poder ensanchar el diámetro de la rotonda sobre la que se erige la Puerta del Atlántico hasta los 50 metros.

La construcción del túnel y la inauguración de la actual glorieta en 1991 supuso la eliminación en superficie de parte del tráfico que discurre desde la avenida de Castelao a Gran Vía y la calle Camelias. Pero desde entonces este inmenso espacio de más de 8.000 metros cuadrados apenas ha sufrido variaciones y el gobierno local entiende que es hora de adaptarlo al nuevo modelo de ciudad que se está implantando con las humanizaciones. "Se desperdicia un gran espacio central y las aceras están demasiado seccionadas por las calles que confluyen", reconocen los técnicos municipales que sitúan como una de las prioridades a resolver los cuellos de botella como el que se origina en la confluencia de Castelao y Florida hacia la plaza o en la bajada a la calle Coruña desde la rotonda debido a que varios carriles se convierten en una sola vía interrumpiendo además la salida del autobús urbano.

La reforma avanzada por FARO en abril arranca ahora de manera oficial con la aprobación del proyecto y la licitación de los trabajos. Inicialmente se había estimado un coste de 1,2 millones de euros que se ejecutarán con cargo al superávit de 2017. Pero finalmente el concurso se convocará por 1,9 millones. El proyecto sitúa al peatón como pieza central de este nuevo espacio con mayor calidad urbana e integra el carril bici que llegará por la avenida de Castelao y seguirá por López Mora hacia Venezuela y Teis. De hecho, la nueva glorieta peatonal utilizará el pavimento de colores y formas triangulares elegido para la pérgola y parte del carril bici con la intención de unificar ambas actuaciones. "Se busca una ciudad más inclusiva y segura para el ciclista y el peatón", expresa el pliego que contempla tres accesos peatonales a la Puerta del Atlántico regulados por nuevos semáforos: uno por Florida y Castelao, otro por López Mora y un tercero por la acera perimetral entre Fragoso y Castrelos. La mejora de la seguridad vial es una de las prioridades de la actuación, por lo que se incluyen refuerzos lumínicos en los espacios de cruce, además de bolardos semafóricos con luces.

La repercusión más inmediata de que Praza América pase a ser considerado un espacio más para peatones obligará a limitar la circulación a 30 kilómetros hora con nueva señalización en cada una de las calles de entrada, equiparando su tratamiento al de otros viales ya humanizados como Marqués de Valladares, María Berdiales, los alrededores de la Alameda, Policarpo Sanz y Colón, Aragón o todo el entorno de Povisa.

La rotonda de casi 1.000 m(2) que ahora mismo no se utiliza se transformará en una nueva plaza que permitirá a los vigueses acercarse a la escultura de Silverio Rivas, descansar en alguno de los cuatro bancos modulares que la rodearán mientras se escucha el ruido de la nueva fuente. El estanque actual se cubrirá para pavimentar la nueva glorieta transitable y se rodeará de un anillo de agua en forma de grada que, a su vez, estará rodeado de abundante vegetación en varias alturas para aislar el interior del ruido externo del tráfico. Sobre un muro lateral de piedra se colocará una placa con el nombre Porta do Atlántico, tal y como figura en el proyecto.