Un descenso paulatino de accidentes que confirma el acierto de las turboglorietas. Así se puede describir la siniestralidad en las rotondas de la ciudad. De 267 en 2014 a los 118 registrados por cambios de carril el año pasado.

Actualmente son siete "turboglorietas" en marcha -Baleares con Gran Vía, Avenida de Castrelos con Portanet y Avenida de Castelao con O Grove, Beiramar con calle Coruña, Avenida de Europa con la VG20 y Avenida de Samil y Jenaro de la Fuente con Travesía de Vigo- a las que hay que sumar la proyectada en Alcalde Portanet y las calles de Citroën y Val Miñor.

A principios de 2016 las aseguradoras alertaban de que estos timos eran un problema. Los juzgados llegaron a sentar en el banquillo a varios acusados de intentar estafar a sus seguros con falsos accidentes o lesiones fingidas. Las "turboglorietas" no solo han atajado los intentos de estafa a las aseguradoras; también dejan claro quién es el responsable de la colisión en cada caso. En una de estas vistas orales, un perito policial reconoció que esta modalidad de rotondas redujo los fraudes.