Las fiestas de San Roque de Vigo son una cita obligada todos los veranos. El fervor religioso se entremezclan con la verbena durante una fiesta en la que se respira tradición. Desde primera hora de la mañana hasta la madrugada cientos de personas se reúnen en el pazo para rendir culto a uno de los santos más icónicos y queridos de la ciudad.

Pero este año hubo un momento que desentonó con el "viguismo" general. Durante unos minutos sonó la canción Qué más se puede pedir, una habanera dedicada a la ciudad de A Coruña. La pieza, con música de Gundín, letra de Carlos Martínez y colaboración de Pirulo Iglesias, suele interpretarse por la tuna de veteranos de la ciudad herculina. Su estribillo nada tiene que ver con el espíritu vigués:

¿Qué más se puede pedir que vivir en La Coruña?", reza la canción.

Ayer fue el día grande en el pazo de San Roque. Luis Quinteiro, obispo de la Diócesis Tui-Vigo, ofició -como es habitual- la Misa Mayo bajo un sol abrasador, que no resultó ser un impedimento para que numerosos adeptos se perdieran la gran cita previa a la esperada procesión. Acompañaban a Quinteiro sobre el altar la música de la Coral da Irmandade de San Roque, autoridades locales entre las que destacaba la presencia del alcalde de Vigo, Abel Caballero, y las tallas de San Roque -sobre las que cientos de fieles pasaron sus pañuelos para pedirle al santo que los cure- y Santa Rita.

Al finalizar la eucaristía, las imágenes de los santos descendieron del altar para iniciar la procesión sobre hombros de los miembros de la Hermandad de Devotos de San Roque.