No hubo atracciones de feria ni puestos de comida o artesanía ayer fuera de la Finca de San Roque. Varios propietarios de negocios alertaron de que tres patrullas de la Policía Local se presentaron a media tarde en el lugar para prohibirles la apertura por falta de documentación en materia de seguridad.

La prohibición afectó a todos los negocios ambulantes que se situaban a lo largo de la calle Filipinas. Permanecieron abiertos los que desarrollaban su actividad en el interior de la Finca de San Roque, ya que es suelo privado. En total, se vieron afectadas menos de una docena de atracciones mecánicas y entre treinta y cuarenta puntos de venta, según varios testigos.

Fuentes municipales explicaron que esta decisión afecta a "varios" puestos que no han presentado la documentación exigida, pero que podrán iniciar sus actividades una vez la presenten. Los comerciantes tratarán de usar esta vía administrativa, pero, dicen, "pinta mal". Algunos llegan a vincular directamente la actuación de los agentes son lo sucedido el pasado domingo en O Marisquiño, aludiendo a que se ha extremado la vigilancia.

Las pérdidas de algunos de estos comerciantes podrían ascender hasta los 1.000 euros por día, según denuncian.