Zona cero del accidente de O Marisquiño de Vigo // FARO DE VIGO

Ante un accidente de esta envergadura, la pregunta natural que se hacen víctimas, familiares y vecinos que ayer se acercaban a la "zona cero" del Náutico es ¿de quién es la responsabilidad? Las investigaciones abiertas por la juez de guardia, el Puerto de Vigo y Puertos del Estado esclarecerán las causas del accidente, pero en la zona de As Avenidas confluyen las competencias de diversas administraciones y establecer dónde acaban las del Concello y empiezan las de la Autoridad Portuaria no ha sido hasta ahora tarea fácil. El gobierno local sostiene que la superficie hundida se corresponde en la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios con "zona portuaria náutico-deportiva" y que nada tiene que ver con el denominado ámbito de confluencia o interacción puerto-ciudad que fue objeto de reforma en el proyecto "Abrir Vigo al Mar" del año 1997 y sobre el que ambas administraciones llevan décadas discutiendo para repartirse los costes del mantenimiento.

El problema radica en la intervención de tres administraciones en el proyecto de apertura del casco urbano hacia el mar. El convenio firmado en 1992 entre las tres instituciones contemplaba que Zona Franca realizaría y financiaría las obras, el Puerto le entregaría durante 50 años los ingresos de explotación de la zona como compensación y el Ayuntamiento se comprometía "al mantenimiento de toda la actuación en perfecto estado de conservación".

El debate llega cuando apenas una década después de la reforma las losetas de granito de la franja más pegada a tierra empiezan a levantarse y las maderas ceden y provocan caídas. Desde que llegó a la Alcaldía, Abel Caballero se ha negado a asumir estos costes porque no se contemplaba en el convenio original la posibilidad de que por esta zona circulasen camiones de gran tonelaje, algo que sucede desde que se cegó el acceso a terrenos portuarios a la altura de la paellera. Fue entonces cuando se permitió su entrada por esta zona pensada inicialmente para los peatones, motivo por el que desde el gobierno local no se reconocen estos daños como "gastos de mantenimiento" y llevan años reclamándole a la Autoridad Portuaria su reparación.

La otra parte se ciñe al convenio de hace 25 años para defender que es responsabilidad municipal, motivo por el que la zona de As Avenidas ha sido noticia de forma recurrente por su mal estado. Al levantamiento del suelo se suman los daños ocasionados por los peores años del botellón, cuyo control también generó enfrentamientos. Ante las críticas de vecinos, comerciantes y hosteleros y tras varias caídas, el Puerto asumió en 2010 la última reforma que se recuerda de la superficie del paseo reforzándola para el tráfico pesado. Ayer tanto el PP de Vigo como el Puerto aludían al convenio de 1992 para repartir responsabilidades sobre el mantenimiento, aunque este debate histórico nada tendría que ver con el gravísimo accidente de la madrugada del lunes de confirmarse que lo que colapsó es la estructura de hormigón que discurre por debajo y que no formó parte de esa reforma del litoral de Vázquez Consuegra.

Otro de los efectos de esta superposición de competencias en la zona es que se debata sobre la responsabilidad de supervisar la celebración de O Marisquiño, extremo en el que también discrepan Puerto y Concello. El primero emitió ayer un comunicado asegurando que "la autorización y vigilancia del evento corresponde al Ayuntamiento", que respondió explicando que una vez que la Autoridad Portuaria lo autoriza ellos se limitan a exigirle al festival el plan de autoprotección que "cumplía con toda la normativa".