El presidente de la Xunta y el alcalde Abel Caballero se acercaron al hospital Álvaro Cunqueiro, donde fueron atendidos 144 de los 330 heridos en el desplome de una pasarela en O Marisquiño.

Núñez Feijoo, junto al conselleiro de Sanidad y el delegado de la Xunta en Vigo visitaron el centro donde se encuentran cuatro de los heridos ayer durante el derrumbe de una estructura de madera en O Marisquiño -otros tres están en el hospital Povisa-. La mayor parte de las 330 personas que resultaron afectadas sufrieron heridas leves y se recuperan en sus casas.

"Esta tragedia nunca debió de haber ocurrido. Es escalofriante ver cómo se ha hundido la zona y lo que tenemos es que alegrarnos dentro de la situación que han vivido ayer los tres centenares de heridos", dijo Feijóo a la salida del complejo hospitalario. Además, confirmó que en la UCI del Cunqueiro hay dos pacientes estables y que las personas afectadas "están evolucionando bien". Además detalló que los heridos que permanecen ingresados sufren traumatismo cranoencefálico, rotura de codo o tobillo, entre otros.

Reconocimiento de los servicios de emergencias

Por último, quiso alabar el buen funcionamiento del dispositivo de emergencia desplegado ayer en el lugar del suceso y agradecer su labor a los servicios sanitarios, al mismo tiempo que informó de que hay abiertas diligencias abiertas por un juzgado debido a lo ocurrido anoche para así "conocer qué causas llevaron a este disparate de siniestro".

Feijoo señaló también al Ayuntamiento y Autoridad portuaria, de los que dijo que deberán "dar relatos verosímiles de lo ocurrido porque los heridos y sus familias necesitan explicaciones y hay que dárselas".