Una de las preocupaciones de la Sociedad de Investigadores de Oxford es el "Brexit" y sus consecuencias para los trabajadores de una institución de marcado carácter internacional en la que aproximadamente el 18% del personal y el 16% de los alumnos proceden de otros países europeos.

"Es el reflejo de una problemática social. En momentos de crisis, prevalecen soluciones radicales y simplistas como esta. Y las universidades se juegan mucho. Oxford está en el lugar que está porque ficha a los mejores", advierte Jorge Varela (Vigo, 1982).

"El problema es que la opinión del mundo académico y de Oxford no se está escuchando. La rectora admitió públicamente que tiene que informarse a través de los medios. Esto da idea de la gravedad del asunto y ya hay gente que está retornando a sus países", señala.

Marcharse de Europa significaría también renunciar a la financiación para investigar y Oxford, apunta Varela, es una de sus principales beneficiarias para desarrollar conocimiento del primer nivel: "Reino Unido y esta universidad están entre los mayores receptores. En 2015/16, Oxford recibió 74 millones de libras, lo que supone el 14% de sus fondos para I+D".