O Marisquiño vuelve a reunir como cada año a graffiteros de referencia de la escena local, nacional e internacional. En esta edición uno de los invitados fue el gallego Asten, que destaca por su técnica en la que se basa sobre todo en la abundancia del color, el contraste y la luz.

"Me encanta que vengan graffiteros de diferentes países para ver cómo trabajan y aprender de ellos", comenta. Su función en el festival hasta ayer fue la decoración de las rampas de Dirt jump, en las que, según cuenta, dibujaron motivos sencillos y coloridos por el poco tiempo que tuvieron para trabajar. Sobre el evento, solo tiene buenas palabras y opina que "debería hacerse en otras ciudades de Galicia". Hasta el domingo se ocupará de dejar su huella por el recinto con una temática muy local, que no es otra que los motivos marinos.