Tras un discurso proactivo y vacilón se esconde Abel Gómez (Ribadavia, 1994), un artista afincado en Vigo desde hace cuatro años y popularmente conocido como Abelo Valis. Abel estudió interpretación en la Escola Superior de Arte Dramática de Galicia (ESADg), participó en el rodaje de la serie Serramoura e hizo un cameo en la película "El desconocido", protagonizada por Luis Tosar. Con 10 años se sumergió en el mundo del hip-hop y forma parte del colectivo musical vigués Banana Bahía Music, junto a artistas como Kaixo o Kongo Lacosta. Actualmente, está más volcado en el diseño de moda y ha elegido el evento internacional O Marisquiño para presentar su colección más arriesgada.
"Llevo desde 2014 diseñando piezas pero sin un pretexto tan comercial, más entre amigos. Esta vez quiero ir a lo grande, con una colección más personal cuyo logo es mi nombre artístico". Dice haber creado de sí mismo una identidad, una marca, al igual que las prestigiosas firmas internacionales como Balenciaga, a la cual parodió en uno de sus diseños de 2016 con un "Valisciaga" como protagonista de sus camisetas.
"Estoy a favor de la apropiación cultural inteligente, que no es lo mismo que el plagio. La moda está en la calle y con mis creaciones no robo dinero a las multinacionales y, probablemente, tampoco les arrebate compradores", justifica. El año pasado, el estand de O Marisquiño que comercializaba sus prendas recuperó los costes de producción el primer día y las expectativas de esta edición son más altas.
Abel se define como"artista multidisciplinar" en la red social Instagram , en la que resulta sorprendente la cantidad de usuarios que se definen como tal. "Yo me lo considero porque soy activo en diferentes disciplinas, creando conceptos y conocimiento", explica, e insiste en que calidad y cantidad no van de la mano. "¿Si tienes más seguidores eres más talentoso o tu trabajo es más válido? En realidad lo importante es que tu público sea fiel, aunque sea más reducido".
Las redes le dan la oportunidad de acercar su trabajo a un público más internacional, sin olvidar el poder que le otorga lo local. Considera que Vigo es "un punto de encuentro para los artistas y no hace falta vivir en Madrid o Barcelona para crear y difundir contenidos de calidad" porque "sigue habiendo movida".
El artista quiere seguir creciendo como diseñador y confía en que sus prendas triunfen este O Marisquiño en el estand de Lovely. El sábado estará en la fiesta
