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La transformación de Finca Solita arranca a finales de septiembre

El Concello adjudica a Orega la reforma de la antigua casa indiana tras más de dos décadas abandonada

Aspecto actual de la construcción en ruinas abandonada desde hace años. // Cristina Graña

La esperada musealización de Finca Solita para que pueda ser aprovechada por los vecinos de Alcabre para actividades musicales y espectáculos tiene por fin calendario. El gobierno vigués adjudicó las obras de reforma a Orega por 221.000 euros hace ahora dos semanas y confía en que puedan resolverse todos los trámites a lo largo de este mes para que los trabajos arranquen en la segunda quincena de septiembre. El proyecto se ejecutará en convenio con la Diputación de Pontevedra. El contratista deberá abordar la rehabilitación de hasta 140 puntos de la estructura y los interiores en los que el informe arquitectónico detecta severos problemas de deterioro.

El objetivo es realizar una "intervención mínima" para conservar la historia, patrimonio y simbolismo de la casa indiana que habitó Antonia Pequeño en 1890. Aunque en un primer momento se valoró una intervención más invasiva rescatando el inmueble como centro social, guardería e incluso vivero de empresas, finalmente el planteamiento de los técnicos municipales adelantado por FARO en febrero de 2017 pasa por hacer accesible la finca a los vigueses reservando este enclave privilegiado para acoger actividades artísticas, musicales y escénicas sin necesidad de reconstruir por completo el edificio cedido en los años noventa al Concello fruto del desarrollo de la urbanización de Finca Solita a través de un plan parcial.

El informe realizado por el Concello alerta de su mal estado de conservación debido a la "falta de protecciones frente al agua", el desprendimiento de parte de la construcción y la degradación de los materiales. El primer paso será asegurar lo que queda en pie para evitar riesgos y permitir un acceso seguro de los visitantes a esta vivienda de finales del siglo XIX conocida durante años como Finca Cabrera o Finca de la Señorita Nena, en alusión a la juventud de Antonia Pequeño Pequeño, joven de la alta sociedad viguesa que se convirtió en la única propietaria tras la muerte de su marido militar en abril de 1894.

La intención es integrar Finca Solita en el espacio público de Alcabre, en el propio proyecto se habla de convertirla en un "salón urbano" que atraiga a vecinos a la zona después de casi tres décadas de abandono.

Diputación y Concello licitaron el contrato por 234.000 euros pero Orega ofertó una rebaja de 13.000 euros. El plazo de ejecución es de seis meses, tiempo en el que deberán asegurar la estructura, retirar la corrosión, limpiar la vegetación de los muros, recolocar las piezas desplazadas y recuperadas en el terreno y la impermeabilización de los forjados. A esto trabajos hay que sumarle algunos añadidos estructurales para mejorar su accesibilidad. Se instalará una gran pasarela de 17 metros de acero y una barandilla que cruzarán el patio interior. Se colocarán grandes bancos y se apostará por una iluminación muy cuidada que realce el conjunto al tiempo que evite actos vandálicos.

En los años 60 la finca fue comprada por el promotor inmobiliario José Espiña Muradás, que pretendía urbanizar la zona, pero no fue hasta 1993 con el nuevo PXOM cuando se permite construir la urbanización en la que como compensación se cedió el antiguo caserón al Concello para destinarlo a usos públicos.

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