El auditorio de Castrelos acogió el espectáculo "Jurásico, la isla perdida", que devuelve a la vida a uno de los seres más misteriosos para el ser humano: el dinosaurio. Un elenco de cuatro actores y tres reproducciones a tamaño real de estos vertebrados extintos hace 65 millones de años protagonizaron el evento, tan divertido como didáctico.

La obra, que comenzó a las 20.00 horas, narró la historia de una clínica veterinaria donde se tratan animales exóticos y que está situada en una isla cuyo nombre se desconoce. Dicha clínica está dirigida por el doctor Frank (Guillermo Dorda), quien es ayudado en todo momento por Nancy (Nayara Feito) en el cuidado de los animales. En los días previos a su inauguración, hace su aparición una intrépida reportera, Casandra Ramírez (Mónica Gracia), convencida de que la clínica y la isla guardan un secreto. Casandra y su cámara se adentrarán en este mundo de misterio y descubrirán que, en él, en efecto no había solo animales exóticos, sino también algo todavía más peculiar: dinosaurios. La irrupción de Casandra en la clínica provocará un cambio en los planes del doctor Frank, cuando el dinosaurio Dante, un dilophosaurus con una doble cresta ósea, se escape ante su llegada. A partir de entonces, los protagonistas emprenderán la búsqueda del dinosaurio hasta dar con un final sorprendente.

El telón se abrió con la reportera Casandra y el cámara Jimmy que exponían al público sus dudas acerca de la existencia de un secreto en la isla. La reportera aprovechó también para entrevistar a los más pequeños con el fin de seleccionar aquellos que la acompañaran en su aventura. Sin embargo, la reportera no se decidió por ninguno, aunque, eso sí, resaltó la belleza de todos los niños, una alabanza que ratificó el alcalde de Vigo, Abel Caballero,quien hizo su aparición para presentar el espectáculo.

La obra, que duró una hora y media, fue fundamentalmente didáctica. Levantada sobre un escenario que pretendía recrear la naturaleza de hace 250 millones de años en base a palmeras y enredaderas, insistía a los más pequeños en la necesidad de proteger el ecosistema y no confundir animales exóticos con animales de compañía. En este sentido, los personajes lanzaron al público un cuestionario sobre los animales que podían tener en casa. La negativa de los niños fue unánime cuando se les preguntó por la orca, la iguana y el oso; sin embargo, cuando se les preguntó por el lagarto muchos niños dijeron que sí que eran animales de compañía. La controversia estaba servida.

La obra, pese a estar destinada al público infantil, incluía muchos tópicos del mundo del periodismo y que están en boca de los adultos. En este sentido, hicieron alusión al derecho a la libertad de prensa o el estigma de la honorabilidad del periodista. Además, los personajes también encarnaban algunos de estos clichés. De esta forma, se presentó a Casandra como el tipo de periodista de investigación obsesionada por la obtención de premios, en concreto el Pulitzer, y a Jimmy como aquel cámara personal, muy profesional, que apenas habla, siempre pendiente de grabar todo y dispuesto a hacer lo que la reportera le mande.

Los personajes con los que el público se sintió más entrañado fueron sin duda Casandra y Frank. Quizás, porque fueron los personajes más conseguidos y los que más interactuaron con el público. En este sentido, mientras Casandra mostraba un modo de ser excesivamente inocente con los niños, Frank buscaba la complicidad del público con el fin de mantener oculto su enredo de reptiles.

La obra presentada por Ymax Producciones había aterrizado ayer en Vigo luego de su puesta en escena en Madrid, y hoy será estrenada en Alcalá de Henares.

Javier, Roberto (padre) y Roberto (hijo)

"Hemos venido a ver cómo el personal más pequeño se divierte"

Maite, Isabel y Breixo

"El espectáculo nos está gustando mucho, en especial a Breixo"

Eumenio y Celtia

Celtia: "Hasta el momento no le he tenido miedo a los dinosaurios"