Esta madrugada arrancó la huelga indefinida convocada por los controladores de Dornier para protestar contra ocho despidos. Ante la falta de acuerdo en las últimas horas, la plantilla sigue adelante con su convocatoria.

Cuentan con el respaldo del propio gobierno vigués, que amenazó con rescindir el contrato a la concesionaria por entender que está incumpliendo el contrato renovado en junio. También PP y Marea respaldan a los trabajadores. Hoy explicarán de nuevo sus motivos.