Las voladuras periódicas con dinamita para desmontar taludes en la obra de desdoblamiento del Corredor do Morrazo para construir el tercer y último tramo de autovía están tocando a su fin. Se trata de explosiones controladas que implican cortes en la circulación de apenas cinco minutos y que desde la Consellería de Infraestruturas explican que quedarán listas a finales de agosto.

Se trata de los últimos trabajos que deberían afectar al tráfico rodado en la construcción de un subtramo que todavía estará en obras hasta mediados de 2019, según las previsiones iniciales. De hecho, la principal tarea en la que están embarcados ahora mismo los operarios es en la construcción del segundo viaducto de A Fraga.