Cerca de una veintena de empresas optan al proyecto de urbanización del polígono de Bouzas de Zona Franca, que acaba de cumplir 25 años de vida. Las obras, presupuestadas en algo más de 4 millones de euros, incluyen renovación de viario, pavimento, cierres y sistemas de iluminación, con el objetivo de mejorar la eficiencia del recinto que, por su emplazamiento -en plena terminal de Bouzas-, resulta clave para la logística de industrias como la planta de Balaídos del Grupo PSA (en Bouzas se ensamblan y secuencian, por ejemplo, las ruedas y llantas de los coches).
Esta actuación de Zona Franca se enmarca en un proyecto más amplio para la renovación y transformación de los parques empresariales del Consorcio, que con el paso de los años se habían quedado obsoletos. Las principales inversiones correspondieron al recinto de Balaídos, donde están dos de las mayores empresas de Vigo, PSA y GKN Driveline, y donde Zona Franca ha invertido más de 60 millones de euros en nuevos accesos y naves para la fábrica de la multinacional automovilística francesa. Gracias a esta transformación, la planta logró adjudicarse los dos últimos lanzamientos industriales (K9 y V20).
Ahora le toca al turno a Bouzas, otro polígono que acaba de cumplir 25 años de historia, y para el que se destinarán algo más de 4 millones de euros. El Consorcio ha recibido 17 ofertas de empresas y UTE (uniones temporales de empresas) para acometer los trabajos de urbanización, que tienen un plazo de ejecución de ocho meses.
Los polígonos de Zona Franca están prácticamente al máximo de capacidad, sobre todo A Granxa y Valadares (donde ya está programada una ampliación), mientras que en Porto do Molle el área reservada a industria supera ya el 90% (no así la parte comercial y científico-técnica). El nuevo delegado, David Regades, manifestó recientemente que ninguna empresa tendrá que dejar Vigo y su área por falta de suelo.
