Adjudicada definitivamente a Hotels Attica21 la parcela del antiguo hotel Samil para la completa transformación del recinto en un complejo cuatro estrellas superior con 125 habitaciones, piscina y un spa con el que se busca desestacionalizar la oferta. La Junta de Gobierno Local dio ayer luz verde a la venta del solar al único licitador que se presentó a la subasta -como adelantó FARO- y que incrementó el precio de la puja hasta los 2.626.000 euros. El alcalde se mostró satisfecho por el futuro que se abre para el recinto actualmente abandonado. "Nos agrada que la empresa tenga un buen conocimiento del sector y haya presentado un proyecto muy bueno", subrayó Abel Caballero haciendo especial hincapié en el esfuerzo realizado por los arquitectos del grupo Inveravante, del empresario gallego Manuel Jove, para mimetizar el nuevo establecimiento con la arboleda próxima a la playa.

La parte más delicada de la operación será el derribo de la actual estructura, al que se destinarán 420.900 euros y que no debería demorarse más de 90 días. El objetivo es completar la reconstrucción en un plazo de 22 meses. Fuentes próximas al proyecto subrayan su voluntad de avanzar "de la manera más ágil posible", pero evitan fijar un calendario hasta que se cuente con toda la tramitación hecha y dispongan de los permisos de obra.

Attica21 prevé invertir 11,8 millones de euros entre la demolición y la estructura del futuro complejo, pero los recursos destinados a equipamientos y a dotar de mobiliario a todo el conjunto elevarán el presupuesto a 20,68 millones de euros, según las estimaciones realizadas. El nuevo hotel contará con la ventaja de disponer de 102 plazas de aparcamiento en una zona con dificultades para dejar el coche en verano y, tal y como valoraba el estudio de viabilidad encargado por el Concello, la cadena plantea incluir un spa con piscina interior y otra exterior, un patio ajardinado y un chill out en la terraza para atraer a todo tipo de clientela y no limitarse a ser un alojamiento típico para la época estival. Su objetivo es cubrir todo tipo de demanda y la previsión es generar tras la apertura 60 empleos directos y hasta 180 indirectos. Durante la fase de obra para cumplir los plazos se ven necesarios contratar a 180 operarios para la demolición y la construcción.

La principal novedad del proyecto es el cambio radical que se imprimirá al inmueble. El edificio actual de siete plantas que actúa como pantalla entre la playa y el arbolado será sustituido por cuatro bloques que no superarán las cuatro alturas, más otras dos soterradas para todos los servicios de los que dispondrá el alojamiento.