La población gallega se concentra durante las horas laborables en las siete grandes ciudades y los municipios aledaños con mayor potencial económico. Así lo demuestran los estudios del Instituto Galego de Estadística (IGE). Pese a los cambios en el mercado de trabajo propiciados por la crisis, la rebaja de los precios de adquisición de las viviendas en los entornos urbanos y el impulso experimentado por los campus de Ourense y Pontevedra, el poder de atracción de las principales urbes sigue siendo indiscutible y los datos actualizados revelan que diariamente siguen entrando al municipio olívico un total de 23.311 personas para pasar la jornada por motivos laborales, para estudiar o para recibir asistencia médica. Esto se debe a que el Hospital Álvaro Cunqueiro atiende a todo el sur de la provincia mientras que Povisa recibe a los pacientes de O Morrazo. El informe del mes de julio permite además comprobar cierta recuperación en estos flujos de entrada al aumentar la cifra en 1.063 personas con respecto al ejercicio 2011, lo que supone un crecimiento del 4,7% en un lustro.
En dirección contraria, cada mañana son 14.931 los vecinos censados en Vigo que emprenden el camino opuesto y salen del municipio hacia los polígonos de A Granxa y As Gándaras, en Porriño, alguna de las naves de Mos o las industrias de Chapela. Estos serían los movimientos más claros a nivel laboral, aunque también hay que contar a los funcionarios que trabajan para la administración en Pontevedra o Santiago y utilizan los servicios regulares de transporte para conservar su residencia en Vigo.
Las siete ciudades gallegas sin excepción mantienen un saldo poblacional positivo que en el caso de Vigo se traduce en 8.705 personas más de entrada que de salida, lo que supone elevar el censo en un 3%. Esta carga poblacional es la que explica que durante el día los registros oficiales sitúen el volumen de vecinos en 296.288 habitantes frente a los 287.908 que pernoctan finalmente en la ciudad.
La urbe olívica ocupa no obstante la tercera posición a nivel autonómico por detrás de A Coruña y Santiago. La primera tiene una balanza favorable de 15.049 personas diarias de media, pero más sorprenden las 21.574 de la capital gallega que el propio estudio destaca. Hay casi 28.000 personas que entran cada día para estudiar o trabajar en Compostela y solo 6.422 la abandonan para pasar la jornada fuera de sus domicilios. Esta cifra tan abultada está relacionada con la gran cantidad de población flotante que genera el concentrar el grueso de las administraciones autonómicas y estatales. Son miles los funcionarios de toda Galicia que llegan a partir de las nueve de la mañana a Santiago y, en menor medida, a la ciudad herculina, tal y como demuestran las cifras del IGE.
Pontevedra ocupa la quinta posición en cuanto a la balanza poblacional al recibir cada jornada a 10.270 personas de municipios del entorno mientras que otros 6.309 salen hacia Vigo para estudiar o a trabajar a alguno de los polígonos de la comarca. Lugo y Ferrol son las que menos población flotante registran durante el día con un incremento de 2.800 vecinos con respecto a su censo oficial. Menos industrias, oficinas y comercios explican el cambio de tendencia.
Las estadísticas sitúan el trabajo y la Universidad como principales motivaciones de los flujos diarios entre municipios y eleva a 3.135 los vecinos que gana Vigo por razones escolares frente a los que se marchan fuera para estudiar. Son casi un millar las personas que pasan la jornada en la ciudad para recibir asistencia médica y el único apartado en el que pierde residentes es el de segundas viviendas con 2.330 personas menos de entrada respecto a las que salen.
