Como reza la jerga jurista, más vale un mal acuerdo que un buen pleito. Y es que, a tenor de las estadísticas, cada vez resulta más complejo trazar o argumentar la defensa de un acusado. Solo una de cada diez sentencias emitidas por los juzgados de lo Penal de Vigo -concretamente, el 14%- es absolutoria, terminando la gran mayoría en condenada, tal y como lo demuestran los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Así, de los 1.034 fallos firmados por las magistradas el año pasado, tan solo 152 encausados fueron absueltos de los delitos por los que se sentaron en el banquillo de los acusados.
Pero es que en prácticamente la mitad de los procedimientos, un total de 882, el investigado no llegó ni a defenderse en la sala al llegar a un acuerdo entre las partes. Esta negociación de su defensa con la Fiscalía o acusaciones particulares motivaron 555 sentencias de conformidad. Estos acuerdos se alcanzan la misma jornada del juicio. El abogado defensor entra en la sala, negocia con el fiscal o partes para conseguir una rebaja de la pena y sale al pasillo para informar a su cliente. Si el acusado acepta los términos del pacto, éste se resuelve en una vista de unos minutos, lo que se conoce como una vista por conformidad. Los testigos, peritos o forenses citados ya ni siquiera tienen que entrar en sala.
El objetivo último de estos acuerdos pasa por obtener una rebaja de la pena a la que inicialmente se enfrentan. En muchos de los casos pueden librar al acusado de ingresar en prisión al obtener una pena considerablemente menor. En la gran mayoría de los casos, esta rebaja es mínimo de un tercio de la misma.
En el caso de la sección penal de la Audiencia viguesa, el índice de acuerdos es mucho mayor, llegando al 62% de las causas juzgadas el año pasado, 45 de las 72 sentencias falladas por el tribunal.
Negociación
¿Y qué opinan los abogados? El criterio es dispar al tener cada caso su peculiaridad. "Cuando tienes el menor riesgo de que tu cliente pueda entrar en prisión, conseguir evitar este riesgo por la vía del acuerdo aunque le condenen, siempre es mejor", afirma el abogado penalista Alejandro Vega, quien hace hincapié en los beneficios para el acusado. "Es una cuestión de ser prácticos y no asumir riesgos. Yo no acepto conformidades cuando pienso que lo que me ofrecen es un escenario que muy probablemente consiga en juicio, pero incluso en temas en los que puedo ofrecer mucha defensa siempre voy a preferir una negociación que un juicio, porque siempre puede pasar cualquier cosa", amplía Vega.
Distinta visión ofrece el letrado Carlos Borrás, también especializado en materia penal. El jurista considera que "mientras se tenga una mínima posibilidad" opta por ir a juicio. "Ante una duda razonable, siempre se mira en favor del reo, por lo tanto hay que luchar e intentarlo", sostiene Borrás. Reconoce que cada pleito tiene sus características y le resulta imposible generalizar. "Hay que prestar especial atención a las pruebas, cuando es muy complejo y no crees que puedas llegar a la absolución, prefiero negociar ya que siempre obtendrás un beneficio; siempre hay un margen de negociación para llegar a esta conformidad", mantiene el letrado vigués.
Ambos penalistas consideran que al haber llegado el caso a juicio, son "bastantes" los indicios que lo avalan. "El caso pasó por varios filtros y lograr la absolución siempre es complejo", matiza Alejandro Vega.
