El hotel Samil, el que fue el primer gran hotel del litoral vigués tras su inauguración en 1968, fue durante tres días el mejor escenario de pruebas para los bomberos de la ciudad. Los pasados lunes, martes y jueves, 60 miembros del cuerpo acudieron voluntariamente y fuera de la jornada laboral, a realizar simulacros de diferentes situaciones diarias en el interior del inmueble, que cerró sus puertas en marzo de 2016 y va a sufrir una remodelación.

Rescates verticales, prácticas en espacios confinados con humo, apeos de urgencia o de algún fallo estructural y apuntalamientos fueron algunos de los ejercicios. "Es una puesta en escena en función de los protocolos de trabajo que tenemos dentro del servicio de bomberos. Son las intervenciones que normalmente solemos tener en el día a día y algunas que no son tan frecuentes pero que es conveniente practicar para ofrecer una mejor intervención a la ciudadanía", afirmó Guillermo Domínguez, el máximo responsable del Cuerpo de Bomberos de Vigo.

Domínguez comenta que esta iniciativa también ha servido para instruir sobre las herramientas mecánicas y tecnológicas que deben utilizan los bomberos. Cámaras térmicas, cámaras con lente de zafiro (con una fibra óptica que permite ver en espacios donde el hombre no puede acceder salvo por un orificio), lanzas térmicas e intrumentos de corte.

"Licitaciones como la del hotel Samil son positivas porque nos permiten practicar con total libertad", concluyó Domínguez.