Viven rodeadas de lujos e invitaciones a fiestas exclusivas. Disfrutan de coches de alta gama y armarios que se miden por decenas de metros cuadrados, llenos de ropa de reconocidos diseñadores de moda. E incluso programas de televisión dedicados a seguir su día a día.

Así es el mundo de las influencers americanas más famosas, como sucede con la familia Kardashian. Ellas, que conforman la élite de la contemporaneidad y se codean con celebrities, llegan a los cientos de millones de seguidores en sus redes sociales. Todo lo que manifiestan "va a misa": de ahí su influencia.

Pero no es necesario viajar hasta las grandes metrópolis para encontrar a gente que ejerce el trabajo que está de moda: vivir de subir fotografías a Instagram, una plataforma social con más de 800 millones de usuarios activos en la que la industria de la moda se ha conseguido asentar. En España, dos de las reinas de la influencia son Dulceida (alias de Aida Domènech) o la viguesa Alexandra Pereira, conocida como "Lovely Pepa".

Hoy Alexandra se dedica a surcar los siete mares, dejando Vigo en ocasiones en un plano más discreto. La Alameda y Canido son los escenarios favoritos de las influencers de la ciudad, que pueden manejar un número de seguidores en redes superior a 10.000 (o, abreviado del inglés: 10k).

Con estas cifras, no es de extrañar que los blogueros se hayan convertido en el escaparate favorito de las marcas, formando parte de las campañas de publicidad de sus productos. Contratar a un influencer es mucho más barato y eficaz, pues se puede medir a cuánta gente ha llegado la promoción y las características de este público (sexo, edad y procedencia). Otros medios, como la televisión, son más globales y no permiten este tipo de control.

De hecho, son las marcas las que pagan al influencer por la publicidad: algunas viguesas confiesan cobrar entre 50 y 100 euros por un post publicitario. Sin embargo, para los que acaban de empezar en este mundo tan singular, las remuneraciones suelen ser en especie. En este caso, la marca regala el producto o servicio al influencer, que, tras probarlo, puede difundir su recomendación si le ha gustado. A los que empiezan, tampoco les son ajenas las palabras "economía colaborativa" o "sinergia", palabras que esconden intercambios de trabajo gratuito. Denuncian que la influencia tiene un precio, que se corresponde con el tiempo que le dedican a la red social.

Además, el negocio no tiene porqué hacerlo directamente la empresa con el influencer. Muchos disponen de agencias o representantes personales que acuerdan y cierran los acuerdos por ellos, permitiéndoles centrarse en su actividad.

FARO ha hablado con ocho influencers vigueses para que cuenten su día a día, sus inquietudes y sus metas. Y su futuro.

REBECA STONES - MODA Y ESCRITORA: "Hay que tener mucho cuidado con lo que dices y con lo que opinas"

Todo comenzó con un canal de YouTube cuando tenía 11 años. En él hablaba de sus muñecas: "Eran vídeos caseros y hoy me parecen horribles", confiesa la joven, que acaba de cumplir los 18 años. Hoy el canal de Rebeca Stones empieza a rozar el millón de suscriptores y acumula más de cien millones de visualizaciones. Con estos números, no es de extrañar que a los 16 años fuera copresentadora de un programa de televisión. Todas estas experiencias han sido "increíbles" para ella, aunque en la actualidad se dedica a la escritura. Pese a su juventud, ya ha publicado tres libros.

Stones asegura que en Internet "hay que tener cuidado con lo que dices y con lo que opinas". Así que, guiada por esta máxima, ella evita los temas polémicos, como política o religión. "Me siguen personas muy pequeñas que van a pensar lo mismo que yo sin cuestionárselo", razona.

Por lo tanto, los asuntos sobre los que se pronuncia son "banales, como el amor o las relaciones". Sin embargo, hace una excepción con el feminismo, pues cree que "aunque es un tema polémico, es una verdad fundamental". Confiesa que lo que menos le gusta de ser conocida son "las faltas de respeto a la cara". Sabe que cuando sale a la calle, algunas miradas están puestas sobre ella y lo asume. "No me importa que se me acerquen a pedirme fotos, siempre que sea con respeto", concluye.

LUPITA HARD - ARTISTA: "Mi mensaje es de respeto y amor de una forma reivindicativa"

La fotografía y la serigrafía en cristal combinada con la poesía son sus pasiones. Eso y su formación en Bellas Artes convierten a Lupita Hard, de 24 años, en una artista de profesión.

Además de estas creaciones, una de las grandes intenciones que esconde su personaje es la de comunicarse libremente, creando el "perfil de una persona normal con opinión propia". Abanderada de la libertad de expresión, Lupita envía a sus más de 21.000 seguidores en Instagram un mensaje de "respeto y amor de una manera reivindicativa" centrado en temas de mujer. No tiene problema en expresar lo que piensa sin tapujos. Su lema es provocador: "Hago lo que me sale del coño".

No se considera influencer al uso porque su fama surgió "de manera espontánea, orgánica". Pese a todo, no rechaza su carácter de personaje público, ya que gracias a ese estatus se siente orgullosa de haber podido ayudar a mucha gente a superar sus complejos. Además, como persona influyente en la ciudad, colabora con la protectora de animales Os Biosbardos, difundiendo los casos de perros o gatos que necesitan un hogar. Saber que estos animales han conseguido dueño la hace sentir satisfecha.

Sin embargo, su exposición tiene un precio. Ahora que es conocida, admite que le da vergüenza que le pidan fotos por la calle. También ha recibido insultos, aunque no es lo habitual.

ROCÍO PONTANILLA - TURISMO Y OCIO: "Quiero ser la amiga que sabe dónde se esconde el mejor café"

Aunque nació Celanova, Ourense, se considera de Vigo, una ciudad a la que ama tanto, que no para de "hacer turismo" en ella. Rocío Pontanilla, de 24 años, se hartó de escuchar el tópico de que Vigo es una urbe fea que solo tiene cuestas, por lo que en verano de 2014, nació "Bonita la vida viviendo Vigo" como respuesta a esa imagen prejuiciosa. "Los gallegos deberíamos aprovechar lo que tenemos, y si llueve, hay que alegrarse de que llueva", manifiesta la joven.

Su perfil de Instagram también está orientado al ocio. En él proyecta los mejores parajes de la ciudad y sus alrededores. "Quiero ser la amiga que está enterada de las últimas aperturas y que sabe dónde se esconde el mejor café", argumenta. Aunque por sus estudios en los últimos años ha pisado la ciudad muy pocas veces, Rocío pone empeño en que Vigo sea "el gran protagonista del blog (está hasta en el nombre), y de momento, así quedará".

La mayoría de sus seguidores son de la ciudad pero también de Madrid. Cree que esta tendencia se debe a toda la gente gallega que se va a trabajar a la capital y tienen "morriña o ganas de volver".

En cuanto a su futuro, aún no lo tiene muy claro. "Lo que estoy haciendo ya lo hacía sin Instagram", explica esta apasionada del turismo. "Si veo a turistas, no es raro que me acercase a preguntarles si necesitan ayuda", ríe.

CARMEN ALBO - COCINA: "Hago cocina facilona y lucida que requiere el mínimo esfuerzo"

Se licenció en Derecho, pero fue abogada un breve periodo de tiempo y trabajó toda su vida en el ámbito del márketing. Con los conocimientos de su profesión, decidió abrir un blog sobre su gran pasión: la cocina. Así nació hace casi diez años "Guisándome la vida", la entrañable página web de Carmen Albo, de 54 años. En ella se dedica a mostrar cómo hacer "cocina facilona y lucida, con mínimo esfuerzo y máximo resultado". Ese es su secreto.

De esta forma, en cada post detalla recetas e historietas, una combinación que surge a raíz de su interés por escribir. Compagina su actividad en las redes sociales con su faceta como profesora de cocina que desempeña en un espacio de destinado a esta actividad en el centro de la ciudad.

Con más de 6.500 seguidores a sus espaldas, Carmen insiste en considerarse antiifluencer. Está convencida de que eso está sobrevalorado y reconoce que ha recibido insultos por parte de trolls (personas que se dedican a molestar en redes) alguna que otra vez. Pero se lo toma con filosofía: cuenta que en una ocasión, El Comidista le dio un consejo: no eres nadie hasta que tienes trolls.

"La edad es una actitud", explica Carmen, a quien le gusta trabajar con gente más joven que ella. Además, cuenta con que ha sabido adaptarse a la actualidad y a las redes sociales que se han ido poniendo de moda.

MARÍA UVE - ARTISTA: "Al principio subía cosas todos los días; ahora ya no lo hago tanto"

Tonos pasteles sobre los que figura, generalmente, el cuerpo de una mujer. Así son las ilustraciones de María Uve, de 33 años. Lleva menos de un año en el mundo de la influencia, aunque reconoce que no suele exponer su físico, como sí sucede con el resto de blogueros. En cambio, lo que sus más de 250.000 seguidores esperan de ella son diseños. Toda esta legión de fans apareció progresivamente desde hace unos meses, cuando le ponía mucha dedicación al dibujo. "Al principio, subía cosas todos los días; ahora ya no lo hago tanto", admite.

Su actividad artística gira en torno a la ilustración digital, que después imprime y se enmarca El resultado son prints, que es la palabra inglesa de "imprimir", y que se diferencia del tradicional cuadro en que este último es único en su especie, mientras que los prints son copias exactas unos de otros.

La creadora confiesa que su público tiende a hacer interpretaciones erótico-románticas de sus dibujos. Sin embargo, ella mantiene que detrás de sus imágenes solo hay un mensaje de "normalización de las relaciones interpersonales y de los cuerpos, especialmente del femenino; quiero "eliminar los cánones de belleza". Sobres lo que deparará el futuro, María espera poder vivir de su profesión para siempre, aunque que vaya a estar siempre en las redes sociales: "Son muy absorbentes".

IVÁN BENEYTO - MODA: "Hoy en día, el hombre consume moda, va a tiendas y sale del chándal"

Hace seis años su hermana lo animó a convertirse en el modelo de sus fotografías. Fue imposible negarse. Y esos fueron los comienzos de la carrera de Iván, un vigués de 33 años, como influencer.

En aquel momento apenas existían chicos "en este mundo", el de la moda masculina, por lo que se decidió a abrir un blog. Por fortuna para él, Iván contaba con una experiencia desfilando, así que todo salió bien. "A día de hoy, estoy muy contento y creciendo cada día más", cuenta Iván. Y no es para menos: está al borde de los 30.000 seguidores.

Ahora las cosas son diferentes. Ha formado equipo con un fotógrafo vigués, con quien ha desarrollado un estilo único, "un sello de identidad", en el que muestran saltos o levitaciones en cada sesión de fotos o shootings, como prefiere llamarlo.

"A las marcas les apasiona este tipo de fotografía creativa", aclara el joven. De esta forma, trabaja y colabora con empresas nacionales e internacionales, así como agencias de comunicación, showrooms y webs. Lo que hace es promocionarlas en sus redes.

Iván Beneyto reconoce que solía ser uno de los pocos hombres en el mundo de la influencia, pero cree que "todo ha cambiado". "Hoy en día, el hombre consume moda, va de tiendas y es capaz de salir del chandalismo de los domingos", ríe.

ANDREA PÉREZ - MODA: "Dedicarse a esto es complicadísimo; me lo tomo como un hobby"

Se está preparando para ser profesora y está acabando su segunda carrera, pero en la actualidad, Andrea Pérez es conocida como influencer de moda. Fue casi sin querer. Empezó a colgar fotos de ella misma en su perfil de Instagram "de forma superficial, sin pretensiones". La gente le decía que eran fotos bonitas, y el número de seguidores fue subiendo paulatinamente. El boom se produjo hace aproximadamente un año y medio, y hoy ya se dirige a más de 14.000 seguidores.

En la actualidad sube las fotos que le gustan y en las que se ve bien, "bonitas y de calidad", midiendo la ropa que se pone y creando una especie de cuaderno de bitácora "que sirva de inspiración para los demás". Pero aclara: "Nunca creyéndome mejor que nadie". Reconoce que la fama le ayudó a superar la inseguridad en sí misma. Ahora disfruta plenamente.

Andrea Pérez recuerda con cariño su primera colaboración. Fue con una marca de gafas. Hoy ya la invitan a eventos, aunque de forma muy puntual. La razón es porque Vigo no es tan grande como Madrid o Barcelona, por lo que no siempre hay acontecimientos a los que asistir. "Dedicarse a esto es complicadísimo, me lo tomo como un hobby", manifiesta la joven, que, pese al éxito cosechado en tampoco tiempo, considera su actividad en redes como algo temporal.

MARTA VALCARCE - GASTRONOMÍA: "Me gusta hablar del Vigo que merece la pena conocer"

"Viguesa de ocho apellidos vigueses", se autorretrata Marta Valcarce, autora del blog "Me como Vigo". Lleva varios años siendo la "embajadora del Vigo que merece la pena conocer", que nació como respuesta a un listado de las ciudades más feas de España, un singular ranking que estaba encabezado por la nuestra. En sus redes, Marta habla del ocio, la historia y, sobre todo, de la gastronomía de la ciudad. De hecho, la comida es uno de sus hobbies preferidos. Revela que su plato favorito es la tortilla de patatas con cebolla. "Sin cebolla es un sacrilegio", sentencia.

Una de las cosas que critica de Instagram es que ha provocado una "pérdida de autenticidad". "La gente se vuelve loca y se queda con los números", generando "falsos influencers" que compran seguidores que en realidad no existen. En ese sentido, las marcas prefieren perfiles con engagement, es decir, que tengan un público fiel que le preste atención. Por eso, Valcarce ha optado por la "microinfluencia": centrarse en una comunidad fidelizada, en su caso, Vigo.

A Marta tampoco le gusta considerarse influencer, un término que tiene arrastra "muchos aspectos negativos". Prefiere autodeterminarse como "contadora de historias". Aún así, reconoce que, en cuanto al blog, "va a ser complicado dejarlo para siempre, ahora forma parte de mí".