"A carpintería de ribeira. A fráxil beleza dun oficio" es la nueva exposición temporal, integrada por medio centenar de imágenes, que acoge desde ayer el Museo del Mar de Galicia en una de sus salas. Fue inaugurada el viernes por el Secretario de Cultura, Anxo Lorenzo, y es fruto de la colaboración entre el museo de la ciudad olívica y el Massó de Bueu, en relación con el concurso de fotografía organizado por esta institución, dedicado a la carpintería de la ribeira tradicional.

De entre todas las fotografías destaca una en especial, "Simetría en popa", de Daniel Lojo Romarís, la ganadora del primer premio del certamen al que se presentaron más de 100 imagénes. El objetivo de Lojo supo captar a la perfección la esencia de la carpintería de ribeira e inmortalizó una embarcación a medio construir enfocada desde su parte posterior en un astillero de Rianxo (A Coruña).

La segunda posición fue para José Cuervo con "Soñando cadernas", una imagen desde el interior de un astillero de la localidad coruñesa de Cabana de Bergantiños, en la que se pueden apreciar diferentes herramientas de trabajo y restos de madera con unas vistas de excepción, ya que a través de las dos ventanas que aparecen inmortalizadas se ve el mar y el resto del paisaje.

El tercer premio cayó en manos de María Soriano Palacios con "Rodadura". Se trata de una imagen sobre la carpintería de ribeira de Casqueiro en Moaña (Pontevedra). Al margen de las fotografías que ocuparon el podio, en la exposición también están expuestas imágenes de otros momentos importantes que fueron captados en relación con la carpintería de ribeira, un patrimonio histórico que comprende las técnicas de navegación y las embarcaciones tradicionales además de los astilleros y el duro oficio que todo esto supone.

Según se explica en la propia muestra, los astilleros eran estructuras sencillas de madera levantadas sobre la orilla del mar y elaboradas con el material sobrante de los talleres. Algunos de los que fueron fotografiados desaparecieron y parte de las imágenes muestran la mala suerte que corrieron otros, como el de Casqueiro, en Moaña, que sufrió una quema intencionada.

Alba Sotelo captó el momento exacto del suceso y lo bautizó con el título "A queima dun soño". A su vez, como destacó el Secretario de Cultura, Anxo Lorenzo, esta exposición ayuda a impulsar la declaración de bien de interés cultural de las técnicas constructivas de carpintería de ribeira como manifestación del patrimonio inmaterial de Galicia.