La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, notificaba la pasada semana la sentencia sobre la causa del ciclista que quedó parapléjico al impactar contra una piedra colocada a modo de trampa en el Monte Alba. Una resolución que absolvió a los cuatro comuneros acusados al no ver acreditado los magistrados que fueran ellos los que colocaron ese gran obstáculo y otros que había en el mismo sendero. La Fiscalía les atribuía la presunta autoría de un delito de lesiones por imprudencia grave, solicitando dos años y medio de prisión y el pago de más de 830.000 euros de indemnización al deportista. Pero, tras analizar la resolución judicial, el Ministerio Público ha decidido no recurrir el fallo.

La sentencia de la Audiencia viguesa llegó después de que el caso tuviese un recorrido judicial de casi cuatro años: el siniestro ocurrió la tarde del 4 de septiembre de 2014. La resolución no es firme ya que contra la misma cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo. La Fiscalía, según confirmaron fuentes de este organismo, no lo presentará. Y la acusación particular, que representa al ciclista, todavía está valorando qué hacer, pero probablemente tampoco recurra la sentencia. Aunque no transcendieron los motivos, la decisión, de adoptarse, podría obedecer a las escasas probabilidades de éxito existentes ante el Alto Tribunal en un procedimiento penal cuando lo que se recurre es una absolución.

Los magistrados de la Sección Quinta vieron probado que la piedra de grandes dimensiones contra la que impactó el ciclista aquella tarde fue puesta tras un salto a propósito, como consecuencia de "una acción humana producida de forma voluntaria". Pero consideran que no hay pruebas de que los autores fueran los acusados. Estos se habían declarado inocentes en el juicio que se celebró en la ciudad olívica y sus abogados defensores solicitaron la libre absolución, que fue la decisión que finalmente adoptó la Audiencia de Vigo en su sentencia. La vista oral de este caso se prolongó cinco días.