Más que abrirle la puerta, la Autoridad Portuaria extenderá la alfombra roja a la futura adjudicataria de la superficie que sacará a concurso en la Estación Marítima para explotarla como terminal de cruceros. El presidente asegura que la entrada de un segundo operador en el histórico edificio "potenciará el tráfico de trasatlánticos", desde hace años en retroceso en número de escalas hasta acabar superado por el de A Coruña. Porque para Enrique López, el hecho de que varias empresas estén interesadas en explotar un mercado donde opera en solitario Vigo Cruise Terminal es un indicio "de que las cosas se pueden hacer mejor".
La valoración del dirigente portuario supone una bienvenida en toda regla a la competencia en la explotación del tráfico de cruceros. Como reveló ayer FARO, el Puerto sacará a concurso la concesión de un local de 360 m2 en la planta baja del extremo Este de la Estación Marítima, la torre orientada hacia las naves de Casa Pepe. Algo inferior en tamaño al que ocupa Vigo Cruise Terminal en la sección central del edificio, en cambio el nuevo espacio carece de escaleras lo que constituye una ventaja por la avanzada edad de la mayoría de los cruceristas. Una vez adjudicado, la inversión para transformarlo en una segunda terminal de pasajeros correrá íntegramente a cargo de la firma ganadora.
Sin querer abundar mucho en explicaciones - "porque es un proceso en curso", lo que indicaría que ya tiene preparadas las condiciones del concurso-, López Veiga recalca que tomó esta decisión animado por la "disposición real y constatada" de varias empresas a explotarlo. Este interés empresarial supone, a su juicio, un indicio de lo que también comparte el presidente en el sentido de que en el tráfico de cruceros "las cosas se pueden hacer mejor". "Así lo cree la gente que está dispuesta a solicitar una licencia para prestar servicio de pasaje y también lo creo yo porque tenemos unas infraestructuras magníficas, que ofrecen unas condiciones de maniobra a los buques inmejorables y una ría envidiable", agregó. Además, recalca que "la competencia siempre es buena" .
Sobre esta argumentación sostiene su convencimiento de que la entrada de un segundo operador "potenciará el tráfico de trasatlánticos". Un objetivo que las empresas interesadas en hacerse con ese local verían alcanzable pese a la tendencia negativa que arrastra este tráfico en Vigo desde hace años y que continuó en 2017 al contabilizar 140.188 pasajeros y 73 buques, un 17,16% y 12,05% menos, respectivamente, en comparación al ejercicio anterior.
"Con la inversión fuerte que requiere la iniciativa solo la realizaría una empresa que sepa seguro que obtendrá buenos retornos", razona López Veiga. Al menos una de las firmas que detallaron al Puerto el alcance de su planteamiento para la gestión de cruceristas cuenta con una cartera inicial de clientes "relevante", según indicaron a este periódico fuentes conocedoras del proyecto. Y aunque no fuera así, el presidente celebra que "haya gente que apueste por el Puerto de Vigo".
