La arquitectura viguesa está a punto de recuperar uno de sus grandes iconos racionalistas: el edificio Ribas, proyectado por el arquitecto Francisco Castro Represas y que empezó a construirse hace más de ocho décadas -en 1933- en la confluencia de las calles Colón y Marqués de Valladares. El inmueble es una de las adquisiciones en la ciudad del grupo Inveravante, del "milmillonario" coruñés Manuel Jove, que proyecta reformarlo para que acoja locales comerciales en su planta baja y apartamentos residenciales en las superiores. Inveravante no solo contempla la recuperación del Ribas. Construirá también un nuevo edificio en la parcela anexa de Marqués de Valladares, ahora vacía, para que entre ambos inmuebles formen un bloque que sumará cerca de 37 viviendas.

El estudio de arquitectura encargado del proyecto es Irisarri y Piñera. Sus responsables confían en que los últimos trabajos arqueológicos que se están desarrollando en el solar de Marqués de Valladares -en 1999 aparecieron restos de una factoría de salazón romana- terminen hacia octubre y que las obras puedan arrancar a lo largo del último trimestre de 2018. Una vez los operarios empiecen su labor en el terreno, el arquitecto Jesús Irisarri estima que los trabajados durarán cerca de año y medio, por lo que el bloque de viviendas podría estar listo para mediados de 2020.

La idea que maneja el estudio es que ambas actuaciones -la nueva obra y la reforma del edificio de Castro Represas- vayan a la par. El inmueble que se construya en Marqués de Valladares, de hecho, mantendrá la altura de su vecino: seis niveles, con cinco plantas y un bajo. "Es una pieza contemporánea que dialoga tanto con el Ribas como con el conjunto de la calle", apunta Irisarri. Además del espacio comercial, en la parte baja, y la zona residencial, el proyecto conjunto contempla cerca de 70 plazas de aparcamiento que se distribuirían en dos sótanos y un amplio jardín comunitario -de alrededor de 250 metros cuadrados (m2)- para los residentes. Con el fin de que los vigueses puedan disfrutar de los vestigios romanos que se detectaron en la finca hace 20 años, el proyecto prevé su musealización.

Además de recuperar el solar de Marqués de Valladares, situado en pleno núcleo del casco urbano, una de las grandes aportaciones del proyecto es la recuperación del Ribas. A pesar de su valor patrimonial, la construcción lleva años abandonada y estropeándose poco a poco. En 2014 la Asociación de Amigos de los Pazos llegó a pedir incluso al pleno municipal que adoptara medidas para que sus propietarios detuviesen el deterioro. El inmueble -explicaban entonces- figura como ejemplo del racionalismo en publicaciones especializadas.

El proyecto del estudio Irisarri y Piñera prevé recuperar el edificio. Y no solo eso. Contempla además devolverle su aspecto original íntegro, despojándole de los diferentes añadidos que fue sumando desde que se inició su construcción en los años 1930.

"Se mantendrá el aspecto externo, pero no como está. Cuando hicieron el banco en la planta baja y la primera ya lo alteraron, hubo una modificación de la fachada y de los huecos y usaron una piedra que no tenía el edificio. Nosotros vamos a recuperar su estado original", explica el arquitecto del estudio Irisarri y Piñera: "Por dentro se parecerá en el sentido de tener viviendas amplias, del estilo de las que se hacían antes. Serán amplias y respetando la tipología estructural que tenía en su momento".

El inmueble Ribas y la parcela anexa en Marqués de Valladares son dos de las propiedades emblemáticas con las que se ha hecho el grupo de Jove en Vigo. La firma dispone de La Artística, Cordelerías del Mar y la parcela del hotel Samil. La firma fue la única que optó a reconstruir el alojamiento con una inversión de más de 21 millones.