"Hemos arrancado hace 40 minutos de la calle Gregorio Espino [en el centro de Vigo] y a este ritmo tardaremos otros tantos en llegar a la playa de Tuia", en Beluso (Bueu). Con más humor que resignación, "porque el destino vale la pena", y dos hijos menores en los asientos de atrás, Carlos y Lorena explican por teléfono que se encuentran "avanzando a paso de tortuga" en el tramo de la autovía do Morrazo comprendido entre las parroquias moañesas de Domaio y Meira.

Es mediodía y sobra tiempo para contar, uno a uno, los centenares de vehículos que enfilan las playas cuando el pelotón se estira en hilera en la rotonda de Couso porque la autovía se estrecha en forma de embudo para continuar como Corredor. En adelante solo hay un carril de circulación hasta el destino pero, aunque denso, al menos el tráfico ya fluye.

"Se nota que ha llegado el ecuador del verano, pero sobre todo que llevábamos el mes de julio con un tiempo regular y que la gente de Vigo y alrededores estaba con ganas de playa", señalan desde la Policía Local, que no tiene competencias de tráfico en el Corredor, pero sí en los viales interiores, donde no da abasto a regular la circulación y atender quejas por la presencia masiva de vehículos en el entorno de las playas.

En todo caso, la afluencia masiva a las playas no es un "problema" nuevo, porque se repite cada vez que llega el buen tiempo y no hay soluciones definitivas a la vista. "Y el de los atascos en las carreteras tampoco va a arreglarse", sostiene Manuel Álvarez, un moañés que vive cerca de la "zona cero" de las retenciones en que se ha convertido la rotonda de Meira, donde también tiene la base logística y operativa la adjudicataria del tercer y último tramo de la Autovía do Morrazo -la UTE entre Covsa y Taboada y Ramos-, que deberá estar listo el próximo verano. Algunos implicados sostienen que cuando rematen las obras el "embudo" de tráfico se trasladará al límite entre Moaña y Cangas, porque a partir de ahí ya no está proyectado un segundo carril de circulación.

Aunque la presencia de vehículos en las carreteras de la comarca fue masiva, sobre todo a mediodía en sentido Cangas y desde última hora de la tarde hasta bien entrada la noche en sentido Vigo, la densidad de tráfico en la PO-551 no alcanzó la registrada en la Autovía y el Corredor do Morrazo. De hecho, mientras en Meira permanecían retenidos o avanzaban a ritmo lento centenares de vehículos, el trayecto entre Rande y Cangas por las vías convencionales se podía realizar practicamente sin demoras.