La última actividad organizada por la Fundación Barrié en su sede de Vigo, según los datos proporcionados por su propia página web, se celebró el pasado abril. Desde entonces no ha acogido ninguna otra, al menos pública. Durante ese mismo periodo de tiempo ha celebrado en su sede de A Coruña al menos diez actividades, fundamentalmente conferencias y algún concierto. Y esta dinámica parece que se va a mantener en el futuro inmediato. Porque según su propia web, en A Coruña ya están programadas actividades para septiembre, octubre y noviembre, mientras que para Vigo no hay nada en el calendario. La sede está inoperativa, con un solo agente de seguridad dentro del edificio, sin personal propio y con las paredes vacías.

Desde la fundación se niega ese parón aunque sin entrar en detalles sobre la situación de su sede en Vigo. La entidad se limita a apuntar que el edificio ha acogido eventos "puntuales" e insiste en que no todas sus actividades son de acceso abierto al público -como por ejemplo las charlas con inscripción-. De cara al futuro no aclara su calendario para los próximos meses y solo añade que la programación se hace pública cuando sus citas están cerradas, nunca antes. Sobre el personal, sostiene que mantiene el nivel de siempre.

Preocupado por esta parálisis de la sede viguesa -situada en el centro de Vigo, en la calle Policarpo Sanz- el Concello, por medio de su responsable de Cultura, Cayetano Rodríguez, ha enviado un escrito a la fundación para interesarse por la situación y, sobre todo, ofrecerle su apoyo a fin de promover "proyectos comunes" en el futuro.

En la misiva, enviada a la atención de Diego Rodríguez González, responsable de Patrimonio y Cultura de la Barrie, el edil vigués se da por enterado, en primer lugar, de la "imposibilidad" que se le comunica desde la fundación de participar en las actividades artísticas relacionadas con la celebración de la Noite Branca en su edición de 2018. A continuación, Rodríguez le expresa la "gran valoración" que tiene el Concello -y en particular el alcalde Caballero- de todas las actividades que ha desarrollado la Barrié en Vigo. Seguidamente el edil le manifiesta que el "interés" del gobierno municipal es "estrechar sus vínculos de cooperación".

En esa línea el responsable municipal de Cultura le ofrece la cooperación del Concello "para dar continuidad y potenciar la actividad cultural de la fundación en la ciudad". Con este propósito, aboga por "establecer un diálogo continuado y creativo que nos permita desarrollar proyectos comunes".

La sede viguesa de la fundación se abrió en octubre de 2005, después de que comprase y y reformase por completo un edificio histórico diseñado por el arquitecto Manuel Gómez Román. Para su rehabilitación también eligió a dos arquitectos de prestigio, Tuñón y Mansilla. El propósito que perseguía era "dar un salto adelante de gran impacto cualitativo y acercar al sur de Galicia las actividades educativas y sociales de la fundación".

Y así lo vino haciendo. Porque desde su apertura al público, la Barrié ha desarrollado un intenso calendario de actividades que en los últimos meses ha frenado de golpe. La causa principal de ese "frenazo" -que en el caso de Vigo es absoluto- reside en las dificultades de financiación después de que el banco Santander comprase por un euro el Popular, una operación que privó a la fundación de su principal fuente de ingresos al reducir su participación en el Pastor prácticamente a cero euros.

El pasado mes de abril, FARO ya publicó que la fundación estaba "explorando el mercado inmobiliario" para dar rentabilidad a espacios de su edificio de Policarpo. Según fuentes de la Barrié, se barajaba la opción del arrendamiento y descartaban la venta del inmueble. Desde entonces no ha habido noticias. Ahora el Concello, con su carta, busca alguna respuesta a ese silencio.