La Artística es uno de los principales iconos de la arquitectura industrial de Vigo. A pesar de ese valor y de que llegó a ser uno de los símbolos del poderío económico de la ciudad, desde hace años permanece sumida en un abandono bien visible incluso desde la calle. El inmueble se construyó por iniciativa del empresario Eugenio Fadrique a principios del siglo XX, cuando la empresa se dedicaba principalmente a trabajos de litografía en latas de conservas y a la fabricación de envases. Años después de su puesta en marcha, en 1923, empezó a fabricar juntas de caucho para los envases de la potente industria conservera: Massó, Alfageme, Albo, Calvo... A lo largo de las décadas siguientes iría perfeccionando sus métodos de trabajo y dedicando recursos a la innovación. La Artística permaneció como una empresa familiar hasta 1994, cuando el grupo inversor Schröders se hizo con el 70% de sus acciones. Años después pasaron a la empresa Altana, que en 1998 logró adquirir el 100% . Desde hace cerca de dos décadas la actividad industrial de la firma se concentra en O Porriño.

En el PXOM de 1993 la vieja fábrica figura como superficie industrial. Para poder desarrollar viviendas sería necesaria una revisión del Plan Xeral o impulsar una modificación puntual. Dado su valor patrimonial, gozan de protección la fachada del edificio y el antiguo taller mecánico. Un porcentaje del suelo pertenecería a la Sareb, la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria. En el anulado PXOM de 2008 figuraba como superficie que necesitaba un plan parcial para desarrollarse.