Dos de las adquisiciones más importantes de Jove en la ciudad son la parcela de la calle Marqués de Valladares en la que aparecieron restos romanos y el edificio Ribas, situado al lado. El proyecto para ambos casos es un complejo de viviendas que permitirá recuperar un espacio importante del centro de Vigo.

En el solar aparecieron vestigios arqueológicos en 1999. Durante los trabajos de excavación los técnicos se toparon con una antigua factoría de salazón, lo que obligó a paralizar las obras previstas para construir un inmueble.

Justo al lado se alza el edificio Ribas, una de las joyas de la arquitectura racionalista de Vigo. El inmueble lo proyectó Francisco Castro Represas y su construcción se inició en 1933. Su valor hace que figure como ejemplo del racionalismo en diferentes publicaciones especializadas, como Arquitectura de España (1929-1936), de Carlos Flores. Su estado de abandono llevó a la Asociación de Amigos de los Pazos a reclamar al pleno municipal que obligase a sus propietarios a encargarse de su conservación. En un comunicado que el colectivo envió a principios de 2014 reconocía su "honda preocupación" por el estado del inmueble. "Preocupación que se deriva del actual estado de abandono en el que no se acometen las más mínimas medidas de conservación", abundaba la entidad.

El recuperado edificio Ribas y el nuevo inmueble que se proyecta en Marqués de Valladares formarían un bloque de varias decenas de de viviendas. También incorporará un espacio para musealizar la factoría de salazón romana, que pasaría así a incorporarse a la oferta arqueológica de Vigo. Solo a unos metros se sitúa de hecho uno de los referentes de la ciudad: el centro Salinae, abierto en 2009 y situado en la calle Rosalía.