Una tesis del investigador Daniel Pinto concluye que las mujeres gallegas y catalanas de clase alta son más fieles al castellano que los hombres, quienes tienden a defender los usos de las lenguas minorizadas. En la tesis, que versa sobre la representación ideológica de las lenguas, el autor de la investigación razona que esto sucede porque las mujeres, "despojadas de muchas posibilidades de proyección económica, social y cultural, recurren a la lengua dominante para asegurar su estatus".