La nutria que ayer aparecía en Bouzas con alarmantes signos de debilidad que hacían presagiar el peor desenlace posible para el animal, ha experimentado una recuperación asombrosa, una resurrección en toda regla.

El ejemplar fue descubierto en la tarde del sábado en un rincón de la dársena de Marina Davila, zona donde los pescadores solían verla acompañada de otro ejemplar de la misma especie. Sin embargo su estado era muy diferente al habitual. "Arrastraba las piernas traseras, como si las tuviera paralizadas", explicaban.

Algunos testigos sospechan que la dolencia podría estar provocado por la marea roja generada por la especie algal Alexandrium minutum que desde hace meses invade todos los rincones de la Ría.

Pero, fuese cual fuese el origen del mal, durante la noche el estado de la nutria mejoró extraordinariamente y ella misma salió del hueco en el que se había instalado