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El retorno de la velutina... y de su cacería

- Los bomberos retiran 9 nidos en una semana, un tercio de los eliminados en todo el año - La lluvia y las bajas temperaturas de esta primavera han retrasado su aparición

Bomberos se preparan para una intervención. // Alba Villar

Tras seis meses de tranquilidad por su ausencia, la avispa asiática se ha despertado de su hibernación. Con la subida de las temperaturas y el cese de la lluvia, la velutina ha vuelto y lo ha hecho de golpe. En la última semana, los bomberos han retirado nueve nidos, un tercio de todos los eliminados en lo que va de año -28-.

El incesante goteo de avistamientos y alertas de vecinos ha regresado. Entre el jueves por la noche y ayer, retiraron uno en Coruxo y otro en Castrelos. La mayoría de los eliminados esta semana se encontraban a alturas elevadas, en copas de árboles. Pero las viviendas urbanas no se salvan. También quitaron uno del balcón de un edificio.

Aún son menos que el año pasado a estas alturas. El jefe de servicio de los bomberos de Vigo, Guillermo Domínguez, calcula que llevarían unos 40. Pero también el calor llegó antes. Cerraron 2017 con 425 intervenciones.

Habrá que esperar para comprobarlo, pero sospechan que hay otro factor que también está influyendo en esta reducción de los avistamientos: han mejorado las armas para combatirlas.

"Todo esto era nuevo hace tres años y tuvimos que formarnos", cuenta Domínguez. Ahora se conoce mejor a este pequeño pero agresivo enemigo y, por tanto, cómo ser más efectivo a la hora de eliminarlo. Antes, los bomberos retiraban los nidos para luego quemarlos. Ahora, inyectan un efectivo veneno que deja inerte el nido y, si alguna avispa se escapa, lleva con ella esa sustancia y contaminará otra colonia.

Así, no es necesario acceder a ellos para retirarlos, ya que los nuevos venenos son más potentes que los anteriores -y más cómodos, al presentarse en un solo producto- y dejan el nido muerto. Lo han comprobado. Sin embargo, muchas veces acaban quitándoles. La alarma que su presencia causa entre los vecinos hace que vuelvan a recibir avisos por las mismas colmenas aunque de ellas no salga ninguna avispa.

Otra de las mejoras es que, ahora, también llegan a casi el cien por cien de los nidos. Para hacer frente al elevado número de alertas y la lista de espera que tenían a finales del año pasado, se reforzó el personal del servicio destinado a estas labores y también su equipamiento. Incorporaron unas pértigas que pueden alcanzar los 30 metros de altura. Aunque "es muy caprichosa y anida en cualquier punto", tiene predilección por las copas de los árboles y, a veces, el terreno en el que se encuentran no es adecuado para colocar con seguridad un vehículo desde el que elevarse.

Sin colonias inaccesibles

Con las nuevas varas, los bomberos de Vigo llegan a prácticamente todos y, al no dejar nidos vivos, evitan la propagación.

La velutina les ha hecho sudar para acceder a algunos de los sitios que escogió para asentarse. Como la cornisa de un edificio de 15 plantas, a 50 metros de altura. Tuvieron que descender haciendo rápel desde la cubierta, colocando anclajes. También se han encontrado un buen hogar en torretas de alta tensión. Para poder intervenir, la compañía eléctrica tuvo que cortar la luz a los vecinos.

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