Concluida la polémica instalación del nuevo sistema antiniebla que obligó a desactivar durante dos meses el ILS existente causando un caos histórico con casi 200 vuelos cancelados, el aeropuerto de Vigo afronta otras semanas complicadas también por unas obras solo que en esta ocasión sin perjuicio, en principio, para los pasajeros. Se trata de los trabajos de acondicionamiento de la zona donde aparcan los aviones durante sus operaciones en la terminal que al reducir el espacio disponible para esta actividad obliga a Aena a redoblar los esfuerzos de coordinación con el objetivo prioritario de facilitar la entrada a la larga lista de cargueros que ya esta semana llegaron con piezas para la fábrica de PSA.

Ante la preocupación de la fábrica de Balaídos porque los citados trabajos pudieran impedir la entrada de algunos de los aviones que seguirá fletando la próxima semana -muchos de ellos, Antonov-, la dirección de Peinador ha ordenado prestar especial atención a la programación de estas aeronaves. Las direcciones de la terminal y de la planta de automoción mantienen estos días una comunicación "fluida", señalan fuentes aeroportuarias. Unas conversaciones en las que la máxima responsable de Peinador, Ana Molés, ofrecería a los directivos de la fábrica "todas las facilidades" para que sus cargueros, que por sus dimensiones ocupan el espacio que normalmente necesitan dos comerciales, desarrollen su actividad sin problemas.

De estos transportes aéreos depende que la planta recupere el ritmo de producción necesario que exige la actual demanda de sus modelos. Y a dos semanas de parar por vacaciones no puede permitirse ni un contratiempo más con el aprovisionamiento de piezas. A principios de esta semana, uno de sus cargueros acabó aterrizando en Santiago "por meteorología adversa" en Vigo, indicaron las mismas fuentes. En cambio precisaron que este desvío se debió a que ni la tripulación ni el carguero contaban con las certificaciones necesarias para operar con el sistema II/II, la categoría del antiniebla recién instalado en Peinador, exculpando así al aeropuerto. "Ningún avión de PSA se vio afectado por las obras en marcha en el estacionamiento", enfatizaron.

Pero a medida que avanzan las obras, que durarán todo el verano, el espacio de estacionamiento se recorta cada vez más. Desde Aena recalcan el orden de prioridades establecido: primero los vuelos comerciales, luego los cargueros, y por último, los aviones privados. De hecho serán estos últimos los únicos que sufrirán restricciones a consecuencia de los trabajos. Como adelantó este periódico solo podrán pernoctar en el aeropuerto un jet como máximo, lo que ya sucede ahora con el del magnate mexicano de origen ourensano Olegario Vázquez Raña.