"Dinamizar, ser más activos, impulsar, dialogar, cooperar, comprometerse a tope con Vigo". El discurso de David Regades, nuevo delegado de Zona Franca, está continuamente salpicado de estas expresiones. Desde el minuto uno al frente del Consorcio estatal quiere dejar claro que su objetivo fundamental es doble: contribuir al desarrollo de la economía de Vigo y su área e implicarse en los grandes proyectos de la ciudad, como un aliado fiel del Concello, y "nunca más como un mero observador". No solo no le molesta, sino que se declara orgulloso de que haya sido Abel Caballero el que le haya aupado a su nueva responsabilidad y promete que la institución que dirige desde ayer sabrá estar a la altura de las exigencias que planteará el alcalde. Porque, a su juicio, "Vigo vive un momento histórico" y por eso se compromete a no desaprovechar "esta oportunidad única".

-¿Cuál es el gran reto que se marca al frente de Zona Franca?

-Asumo este cargo con mucha ilusión y responsabilidad. Creo que a Zona Franca le debemos dar un giro de 180 grados. No podemos jugar un papel de mero observador de la economía de la ciudad y de su proceso dinamizador, sino que debemos participar, involucrarnos, ser un agente activo. Tenemos que pasar a un primer plano. La verdad es que vivimos una oportunidad histórica, porque con Concello, Diputación o Puerto la relación es magnífica, así que estoy convencido de que desde ya la colaboración va a ser mucha más estrecha, fluida e intensa y esto redundará en beneficio de todos los ciudadanos. Creo que Zona Franca es el complemento perfecto al exitoso proyecto que puso en marcha Abel Caballero en 2007. Por eso ahora iremos de la mano con el Concello para imprimir más ritmo a los cambios. No vamos a desaprovechar esta oportunidad, se lo aseguro.

- ¿Le molesta, le preocupa o, al contrario, le produce satisfacción que le puedan ver como un delegado bajo la dirección "real" de Caballero?

-Eso no es malo, en absoluto. Al contrario, como le decía, estamos ante una oportunidad histórica. Por fin Diputación y Zona Franca estarán en perfecta sintonía con el Concello. Durante muchos años esta ciudad sufrió las nefastas consecuencias de una división entre administraciones e instituciones. Pues a partir de ahora todos trabajaremos en coordinación, en armonía y esto es una extraordinaria noticia porque nos hace, como ciudad, mucho más fuertes.

- Usted viene de la gestión política pura y se pone al frente de un organismo volcado en la actividad económica y empresarial...

-Sí, yo desarrollaba mi actividad en el Concello, pero tenga presente que Vigo es una ciudad especial, diferente, en la que la economía tiene un peso capital. En eso no se parece a otras de Galicia. La importancia de la industria, como la de la automoción y sus componentes, y de la industria en general es formidable. Tenemos un sector dinámico, en continúa evolución, muy competitivo y ahora nosotros queremos que sientan que Zona Franca está a su lado. Las empresas tienen que ver clarísimamente al Consorcio como un colaborador preferente de sus proyectos. Una de las grandes fortalezas de Vigo es su industria y sus trabajadores, el verdadero activo. Pues ahora nos van a encontrar siempre a su lado. Queremos escuchar a todas las empresas para darles un impulso. En definitiva, aspiramos a que Zona Franca sea un lugar de encuentro de la economía de la ciudad.

- ¿Teme que le acusen de promover una gestión localista?

-Vamos a ver, Zona Franca nace en Vigo y es un motor estratégico de la ciudad, pero nuestro objetivo es dinamizar Vigo y todo su área. Porque si a nuestra ciudad le va bien a todo el conjunto metropolitano le irá muy bien. Nuestros vínculos económicos, sociales y culturales con los municipios vecinos son muy fuertes, así que todo forma parte de esa visión global.

- Al proceder del gobierno municipal y ser una persona tan próxima a Caballero, ¿no le preocupa que se diga que con su nombramiento se está politizando la institución?

-No. Todo el mundo que me conoce, y así ya lo han manifestado estos días tanto el presidente del Puerto como portavoces del mundo empresarial, sabe que soy una persona muy conciliadora. En todos los puestos que he desempeñado, una de mis normas de actuación ha sido el diálogo y ser capaz de llegar a acuerdos, y al mismo tiempo trabajar en equipo. Yo conozco Zona Franca porque llevo muchos años como miembro del comité ejecutivo y del pleno y conozco a las mujeres y hombres que trabajan aquí y me consta que son unos grandes profesionales. Así que se trata de darle mucha más velocidad. Hasta ahora Zona Franca estaba aletargada, pero no por culpa de los agentes económicos y sociales ni de los trabajadores, sino por culpa de los delegados, que defendían otra visión de la economía y de la ciudad.

- ¿Trasladará esa actitud de diálogo y conciliación a la Xunta, con la que el Concello mantiene sonoros desencuentros?

-Yo espero de la Xunta toda la lealtad y toda la colaboración. Hay muchos proyectos importantes en marcha en la ciudad y tenemos que tirar todos en la misma dirección. Es evidente que la Xunta en más de una ocasión no ha estado al lado de Vigo, más bien al contrario, pero espero que por fin haya aprendido que su política de obstrucción no ha sido en absoluto positiva ni para Vigo ni para Galicia. El Gobierno gallego tiene que entender de una vez por todas que Vigo y su área es el motor económico de la comunidad y que su obligación es colaborar con nosotros.

- Zona Franca es tiene una extraordinaria capacidad inversora, casi única en Galicia. Este ha año ha presupuestado más de cincuenta millones. ¿Cambiará la política de inversión? ¿Ampliará el abanico de proyectos, apostando más por actuaciones que incidan más directamente en la transformación de la ciudad, como reclama desde hace años Caballero?

-Zona Franca tiene que invertir, por supuesto, pero también debe ser capaz de atraer inversores de fuera, y este es un reto que hasta ahora no se han tomado en serio. Yo recibo con descontento y frustración que más de una empresa haya tenido que implantarse fuera de la ciudad por la falta de previsión de Zona Franca para ofrecerle suelo. Eso no va a volver a pasar. Queremos dar respuesta a todas las empresas que hayan elegido Vigo y su área para instalarse y generar negocio, empleo y riqueza.

Pero además de un dinamizador económico, tenemos la obligación de ser un dinamizador urbano. Porque la economía hoy es transversal. No solo se crea riqueza con la industria, sino que hemos comprobado que la gran transformación que ha impulsado Caballero en Vigo, con las humanizaciones, ha generado también mucha actividad económica. Hoy Vigo es una ciudad hermosa, un reclamo turístico y al mismo tiempo un polo de atracción económica. Y seguiremos caminando en esa dirección.

- ¿Asume el cargo con la sensación de que Zona Franca tiene que saldar una deuda histórica con la ciudad?

-Vamos a sacar grandes proyectos que transformarán la ciudad. Se acabó la confrontación con la ciudad. Hoy derribamos el gran muro que separaba a Zona Franca de la ciudad. Se cae por fin ese muro. Hoy Zona Franca se abre a Vigo y a los vigueses. A sus demandas y necesidades. Se pone a su servicio.

- ¿Qué actuaciones de ciudad considera prioritarias?

-Hay una serie de proyectos que necesitan un impulso desde ya. La iniciativa del Concello para desarrollar el ámbito de La Panificadora ha sido muy importante pero desgraciadamente Zona Franca ha estado muy poco activa. Nosotros vamos a ayudar al gobierno municipal a que se recupere la Panificadora lo antes posible. Este es un proyecto irrenunciable para nosotros que le dará un impulso a Vigo. Se acabó eso de ponerse de perfil. Apostaremos a fondo por la recuperación y la transformación y el Concello nos va a tener su lado.

- ¿Cuál es su idea para el desarrollo de la ETEA en donde Zona Franca tiene un edificio?

-Hay que erradicar de una vez esa imagen de la ETEA totalmente abandonada, que más bien parece una ciudad fantasma. Tenemos que hacer una apuesta decidida para convertirla en un centro de investigación de excelencia pero también un espacio abierto, al que vayan a disfrutar todos los ciudadanos. Debemos buscar una solución definitiva a un asunto que hoy está como está como consecuencia de una serie de errores en cadena: primero la compra realizada durante el Gobierno de Aznar [Zona Franca la adquirió al Ministerio de Defensa] no se debió hacer, porque tenía que haber sido una cesión gratuita como pasó en otros lugares, y después el segundo error que se cometió fue el de la ETEA al regalar cinco millones a la Xunta. Yo quiero ver esa operación de nuevo y estudiar si puedo recuperar esa cantidad que es de la ciudad y que se tiene que invertir en ella.

- ¿Hablará con el rector en el caso de ETEA para coordinar actuaciones?

-Sí, pero no solo en el caso de la ETEA. Mi propósito es que con la Universidad mantengamos una relación mucho más fluida. La Universidad de Vigo es un elemento central para Zona Franca, uno de los pilares del desarrollo económico. Y tenemos que aprovechar la buena relación que existe con el rector Reigosa para impulsar proyectos. Me consta que ya está trabajando con el alcalde de forma coordinada en iniciativas muy interesantes y esa relación debe intensificarse. Insisto, no solo en la ETEA, sino también en el campo de la innovación, la investigación o la industria 4.0. Yo estoy muy contento con el nuevo rector y auguro que las cosas irán muy bien.

- Citroën es un pilar básico. Zona Franca siempre ha mimado a la multinacional. Ahora está atravesando un momento excelente con dos nuevos lanzamientos pero PSA exige siempre una gran atención...

-Y así seguirá. Mi segunda llamada el lunes, después de comunicarme con el alcalde, será precisamente al director de Citroën y luego continuaré con todas las empresas proveedoras. A Citroën hay que darle todas las facilidades para que siga desarrollando su proyecto industrial, y no solo estoy pensando en suelo. Hay que ser más ambiciosos y analizar su plan de futuro, ver cuáles serán sus necesidades vinculadas a innovación o I+D para dar una respuesta adecuada y de forma planificada, sin improvisaciones de última hora. Queremos disipar cualquier posible incertidumbre.

- En un principio su mandato será mucho más corto, apenas dos años, porque en ese tiempo se convocarán elecciones generales y su puesto dependerá de si Pedro Sánchez sigue al frente del Gobierno. El hecho de que sea más breve le obligará a actuar mucho más deprisa. ¿Siente una presión adicional por esta circunstancia?

-Ese factor no me condiciona en absoluto. El proyecto de ciudad es clarísimo, está en marcha desde hace años y mi compromiso con él es absoluto. Así que mi cabeza está puesta en impulsarlo a corto, a medio y a largo plazo. Y esa es la filosofía que quiero trasladar a Zona Franca. Además, como le dije, tengo un conocimiento de esta casa desde hace años, así que no se puede decir que soy un recién llegado. Ahora bien, lo que no vamos a hace es perder el tiempo. Ni un minuto.

- ¿Es consciente de que su discurso de oportunidad única y momento histórica va a generar unas enormes expectativas? ¿No se estará poniendo el listón muy alto y al final pueda traducirse en frustración de la ciudadanía?

-Soy consciente de ello, pero no tengo ningún temor. Zona Franca es una extraordinaria palanca que hasta ahora se ha utilizado poco, no se ha exprimido todo su potencial. Se acabó eso de perder oportunidades. Sé que asumo una gran responsabilidad pero con la gran sintonía que existe con Concello, Diputación, Puerto, Universidad y empresarios, estoy seguro de que los grandes proyectos saldrán adelante con éxito. Vamos a trabajar a tope, todos de la mano, remando en la misma dirección. Porque Vigo es un megacrucero que tiene unas hélices potentísimas. Ahora solo tenemos que imprimirle más velocidad para llegar a buen puerto antes. Y así va a ser. Sin duda.