Cuarenta personas pasaron la tarde de ayer dando un paseo muy especial por el centro de Vigo. Pedro Feijoo, autor de Camiñando o Vigo vello, organizó una ruta por algunos de los lugares descritos en el libro. La actividad, que se enmarca dentro de la programación de la Feira do Libro, estaba diseñada para 25 personas que llevaban varios días registradas, pero el cupo de gente se fue ampliando a lo largo de la tarde, bajo el permiso de Feijoo.

Y precisamente fue el autor el motivo principal por el que María Goretti, de 38 años, se acercó hasta la Porta do Sol minutos antes del comienzo del paseo. Todavía no ha leído Camiñando o Vigo vello, pero cree que será diferente a las anteriores novelas del escritor vigués. Nada más lejos de la realidad: si Os fillos do mar y su secuela Os fillos do lume son la perfecta definición de la novela, Feijoo rompe con el género para escribir lo que él mismo define como "cruce entre un libro de historias y una guía turística, pero para ser turista en tu propia ciudad".

Magdalena García ha leído el libro hasta la mitad. La ruta, cree, la ayudará a "acabar el libro", que, de momento, le está gustando. Se dedica a la enseñanza en el IES A Guía, donde da clase a jóvenes de Secundaria y Bachillerato. "Quizás le dé uso el curso que viene en clase", asegura. Ana Pérez ha completado la lectura. Afirma que, como le gusta la arquitectura, "ya sabía algunas cosas", y las que no pretende "afianzarlas con la ruta" en compañía del autor.

También se acercaron a los pies del Sireno Luz Carnero y su marido, Miguel Ángel. Cuando ella termine el libro, Miguel Ángel podrá comenzarlo. Fueron a la cita con el ánimo de "descubrir Vigo un poco más en profundidad", que le aporte "algo nuevo para el día a día", ya que hay cosas en las que nunca se ha fijado.

La ruta constó de siete paradas, con inicio en el enclave anfitrión de la Feira do Libro. Tras dejar la Porta do Sol, el grupo se dirigió al Banco dos Contos, situado en la calle Pracer, próximo al castillo de San Sebastián, que constituye la tercera parada.

A continuación, se desplazaron hacia la Panificadora para ir después hasta lo que queda de muralla de Vigo. La siguiente parada es la Casa da Collona, lo que queda de un bar que se llamaba Abanico y que regentaba Esperanza Puente, más conocida como A Collona. El paseo termina en la Plaza de Argüelles, en honor al abogado y político que participó en la redacción de la Constitución de 1837.

Con la ruta y, sobre todo, con el libro, Pedro Feijoo quiere "compartir ciudad y memoria". Lejos de tratarse de una lección magistral de historia, el escritor ha preferido contar una serie de anécdotas con la historia de Vigo como fondo. Su favorita es "la del oro de Rande", ya que recuerda ir con su abuelo (Manuel de la Fuente, periodista histórico de FARO) en Vitrasa por Chapela cuando, en una de las curvas, se puede ver toda la ensenada de la ría. Si había algún barco allí, Feijoo asegura que de la Fuente le decía: "Eso son los rusos, que están buscando el oro de Rande".

Hoy, Feijoo se toma el día de descanso, pero en la Porta do Sol se pueden encontrar, desde las 18.00 horas, actividades infantiles, firmas (Anxo Fariña, Tokio, Fran Alonso y Marta Dacosta) y presentaciones de libros (Lapis na noite de Ramón Nicolás y Alma e o mar, de Francisco X. Fernández).