La última fase de la humanización de la calle María Berdiales, que afecta al tramo entre Hernán Cortés y Gran Vía, ya arrancó con la actuación de palas que están levantando las aceras y el adoquinado de la calzada. La reforma de este vial se prolongará durante cuatro meses y el presupuesto de la actuación se eleva a 200.000 euros.
Pese a que no formaba parte del proyecto inicial de la obra, finalmente, el gobierno municipal ha decidido conservar los árboles de esta calle, como le habían solicitado un grupo de vecinos. Los residentes opuestos a la sustitución de este arbolado por otro de menor porte se movilizaron en los últimos meses para evitar su erradicación.
Así, los árboles de la calle llegaron a estar ornamentados por carteles reivindicativos en los que se podía leer como "yo soy feliz aquí", "limpio el aire y tú mirada" o "un árbol es un alma que espera", verso del poeta vigués Carlos Oroza.
La actuación aprobada del Concello incluía una nueva red de saneamiento, puntos de luz más eficientes, jardineras y la plantación de otro tipo de árboles porque los que hay, mantenían, "se adaptan mal a la calle".
Ahora los árboles se conservarán y ayer ya estaban protegidos por telas para su preservación.